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Los Decreta electorales

28/03/2019
 Actualizado a 10/09/2019
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La semana pasada tuvo lugar la lectura de los Decreta, emanados de las primeras Cortes de León, en el Congreso de los Diputados. El análisis del acto resulta luminoso para conocer las inquietudes electorales del partido que gobierna el ayuntamiento leonés y la Junta de Castilla y León.

La primer cuestión que reclama análisis es lo inesperado del acto, que no parece haber tenido mucho tiempo de preparación. Está claro que la iniciativa se ha decidido y desarrollado súbitamente, aprovechando la presentación de un libro sobre las Cortes Leonesas de 1188. A alguien le venía bien hacerlo así.

Las invitaciones llegaron apenas una o dos semanas antes del acto, lo que impidió a algunas personas acudir por problemas de agenda. Se invitó de forma selectiva: los leoneses asociados en la Casa de León en Madrid, así como miembros de distintas asociaciones de la capital ‘legionense’ conformaron el grupo principal de invitados. No aparecieron ministros ni altos cargos del gobierno; tampoco altos representantes de la oposición en Madrid. Solo Juan Vicente Herrera se presentó –sin invitación– para decir cuánto quiere a León. Vista la situación económica que atraviesa esta tierra y lo poco que ha hecho la Junta para corregirlo, nos lo imaginamos.

La otra lectura pública de los Decreta en San Isidoro es un acto ajeno a la política que se viene realizando a iniciativa de Juan Pedro Aparicio y José María Merino desde hace varios años. Este año también se celebrarán. Nunca se sumaron o hicieron acto de presencia a tal convocatoria ciudadana el alcalde u otros cargos públicos del gobierno municipal. El súbito interés por los Decreta debe estar relacionado con la cercanía de las elecciones.

Es evidente que existe un inesperado fervor por la exaltación de los reyes leoneses en el equipo de gobierno municipal. Se ha traducido en este acto, con apenas impacto en los medios nacionales, que quedó en manifestación para el consumo interno de León. Esta sobrevenida fiebre leonesista se traduce también en la desmedido ímpetu por colocar estatuas de los reyes leoneses justo al final del mandato, en periodo preelectoral.

De todo ello se deduce que el Partido Popular prevé un crecimiento de la UPL, cuya victoria garantizaría estos homenajes desde el inicio de su periodo de gobierno. El PP intenta frenar al leonesismo como puede. Estos actos, impulsados por la volandera concejala del Grial, que estuvo en un tiempo cercana a los leonesistas, luego a los socialistas y ahora a los ‘populares’, parece un apaño para utilizar las instituciones españolas a favor del interés electoral de un alcalde en dificultades.
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