Los Curie y La Piela

Por José Javier Carrasco

28/02/2023
 Actualizado a 28/02/2023
El matrimonio de científicos Pierre y Marie Curie.
El matrimonio de científicos Pierre y Marie Curie.
El buen estado de salud que atribuye José Manuel Alonso, autor de la biografía de Marie Curie, de la que tomo la siguiente cita, a la futura premio Nobel, excluía la existencia de una dolencia grave, aunque los dedos de las manos, como los de su marido, Pierre Curie, presentaban inquietantes señales de quemaduras por no adoptar precauciones al manipular el radio: «Ningún mal afectaba, sin embargo, a María, que, ‘con la mirada obstinada bajo su frente amplia, se ponía sobre sus aparatos, sobre sus crisoles’. Se iniciaba la primavera de 1902. Sin tomarse un descanso, 45 meses después de que anunciara la probable existencia del radio, María ha obtenido un decigramo de radio puro, y hace una primera determinación del peso atómico de la nueva sustancia: 226,05». Durante esos cuarenta y cinco meses, el matrimonio Curie, consiguió procesar toneladas de residuos de pechblenda en el hangar cedido por la Escuela de Física de la Sorbona hasta obtener ese precioso decigramo de radio. Todo empezó porque Marie Curie, interesada por el descubrimiento de Becquerel sobre la radioactividad del uranio, supone que existen otros elementos radioactivos. Esa sospecha queda confirmada cuando descubre que el torio emite rayos como el uranio. A continuación emprende el análisis de la colección de minerales de la Escuela de Física, sirviéndose del electrómetro inventado por su marido. Muchos no responden al aparato, pero otros indican una radioactividad mayor a la del uranio y torio que contienen (aventuran entonces la presencia de un elemento radioactivo desconocido). Por ejemplo, la pechblenda es cuatro veces más radioactiva que el uranio. Los esposos Curie lo atribuyen, en principio, al elemento desconocido. El análisis de los componentes del mineral acaba por determinar que son dos las sustancias radioactivas desconocidas. En 1898 anuncian el descubrimiento del polonio y el radio. Si bien no consiguen aislar el polonio, cuatro años después Marie Curie lo logra con el radio.

Quienes también lograron aislar otro metal, el wolframio o tungsteno, en 1783, en el Real Seminario de Vergara, mediante una reducción con carbón vegetal, fueron los hermanos d´Elhuyar. La aplicación más conocida del tungsteno son los filamentos de las bombillas. Pero tiene multitud de usos. En la Primera Guerra Mundial se empleó para endurecer los obuses, después los nazis lo emplearon para acorazar sus tanques. Los proyectiles de tungsteno solo tienen un rival, los de uranio empobrecido, de un efecto aún más devastador. Utilizado también para resguardar de las radiaciones, me pregunto si el elemento 74 de la tabla periódica habría servido a los Curie durante sus investigaciones en el laboratorio de la calle Lhomond, si se pudiera dar un salto atrás en el tiempo, para mantener sus manos protegidas de quemaduras.

En 1940 comenzó la explotación de wolframio en el poblado de la Piela, un asentamiento minero próximo a la localidad berciana de Cadafresnas, en el municipio de Corullón. La actividad permaneció productiva hasta 1958. En 1974 aún vivía un guarda y su familia en una de las casas. La Piela se encuentra actualmente en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra sobre aquellos bienes amenazados de desaparición, destrucción o alteración de sus valores. Al deslizar el bolígrafo sobre la hoja del cuaderno con que recojo la grafía de la calle Lhomond lo hago gracias a una bolita de wolframio. Escribo «quemaduras» y la tinta sigue fluyendo indiferente.
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