25/01/2020
 Actualizado a 25/01/2020
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Hace años, cuando uno era más joven y sobre todo más delgado, la feria internacional de turismo formaba parte de mis días señalados en el calendario. Imagínense, joven, delgado y poco placeado. Apenas hacía unos meses que había dejado la maleta de cartón y veía aquel evento como algo maravilloso. Algo parecido debió ocurrirle a una concejala de la llamada «nueva política leonesa», cuando hace unos años entró por primera vez a un desayuno en el Ritz.

Ahora, con el paso del tiempo, es simplemente una feria más. Pero en aquellos tiempos, el muy canalla de Manolo Prado, mi querido director, encontró en esa feria una motivación extra para que todos hiciésemos los deberes a tiempo para poder acompañarle.Y allí, en Ifema, me vi con el genial locutor Javi de Baza, y con el mítico e inigualable Paco Suárez, virrey de la Costa Tropical, con más influencia que el rey Balduino, con los que viví aventuras inolvidables y momentos maravillosos. De toda la vida, en Fitur están los que van a comer y beber ‘de gratis’, y los que van a vender o venderse. En aquellos años la Junta de Andalucía quemaba las naves, y Castilla y León mantenía esa austeridad tan nuestra, que por no llevar, no llevábamos ni los carteles cofrades. Pero este año creo que se llevan el gran premio, cuatro palos de chopo con tornillos ‘rosca chapa’. La famosa ‘cabaña’, como la han bautizado muchos entendidos en redes sociales, no es cosa sólo de León, sino que todas las provincias han ido bajo el paraguas de la Junta, y cada una con sus maderos. Un pestiño de gran tamaño que nadie se merece y que afea y desluce todo lo que se haga allí. Todo lo contrario al ambiente en el Reino de León en el que la tarde del jueves quedó grabada como una de las más importantes de la historia del fútbol en nuestra ciudad.

Yo soy del Madrid, y el miércoles disfruté con los Unionistas en las Pistas del Helmántico, y el jueves el equipo de mi ciudad me dio la alegría más grande en cuarenta años: ¡Meter al Atlético y en el Reino! Una gran noche que hizo que olvidásemos el rebote de la cabaña de Fitur, y por supuesto, a Cuéntame y Antonio Alcántara. Una noche fabulosa, deslucida únicamente al final por los mandamases del club, que entendieron que sólo debían atender a la prensa dos jugadores. El día de los días, el día de disfrutar con los periodistas y, por qué no decirlo, el día de sacar pecho, el día en el que León fue el epicentro de todas las radios y televisiones, hay que dar libertad y que salgan todos a hablar, porque entonces ¿de qué sirve presumir en Madrid de que ayer en los colegios se entraba a ritmo del himno de la Cultural? Si ni les escuchan, ni les ven.
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