Los conflictos de la inconsciencia

Qué fácil es hablar de educación. De un día para otro, ocurre la catástrofe y de hoy para mañana el político de turno encuentra la solución a la barbarie. Con el ataque de un alumno de 13 años que causó la muerte a su profesor en Cataluña son muchos los que claman al cielo por lo que consideran la ineficacia de las leyes y piden acciones al Gobierno para promulgar una ley del menor más restrictiva. Porque si hay algo más entretenido que despotricar contra los errores de la educación, eso es la justicia y sus imprecisos límites entre el bien y el mal.

Para cerrar unos cuantos picos, el señor ministro tenía que hacer algo, sin liarla parda, claro. Y como quien no quiere la cosa, Wert aprovechó este martes una conferencia sectorial sobre la Lomce y las becas para tratar «de urgencia» el problema del acoso en las aulas. Como si de lo otro, no hiciera falta hablar. Don Ignacio lanzó así la novedosa propuesta de crear un grupo de trabajo para detectar violencia en las aulas y se quedó tan ancho.

Precisamente, hace poco más de un mes, charlaba con el coordinador de Anpe en el Bierzo sobre los datos de violencia que la Junta hizo públicos en febrero de este año con 752 casos de agresión de alumnos a sus profesores en la comunidad, un 23% más que el pasado curso y solo a un año de la entrada en vigor de la ley de autoridad del profesorado. Desde el sindicato pedían más diligencia a la administración que en algunos casos castiga a los menores hasta tres meses más tarde de haber cometido la falta y sobre todo solicitaban competencias para el centro a la hora de imponer las sanciones. Su exigencia era a todas luces un poco de sentido común.

Si retrocedemos un poco más, en 2013 tuve oportunidad de trabajar en un instituto público junto a un grupo de psicopedagogos que después de echarle horas había conseguido implantar en el centro un Plan de Convivencia con metodologías como el contrato didáctico o la mediación entre iguales. Técnicas que sirvieron, por ejemplo, para que la familia de un nigeriano víctima de acoso por parte de su compañero de origen colombiano se sentase frente a la de este y solucionaran el problema dialogando y con un apretón de manos. Verdaderos avances para mejorar la resolución de conflictos en el ámbito escolar, al margen de sucesos tan graves como aislados.