Los claroscuros de 10 años de Incibe

La proyección internacional del Instituto lastra la incidencia de las empresas leonesas

Sergio Jorge
25/03/2016
 Actualizado a 30/08/2019
Fachada del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), en el barrio leonés de La Lastra. | MAURICIO PEÑA
Fachada del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), en el barrio leonés de La Lastra. | MAURICIO PEÑA
Son diez años los que acaba de cumplir el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), aunque hace algunos más desde que se empezó a trabajar en una idea que parecía difícil de entender al comienzo del siglo XXI pero que se antoja imprescindible visto el desarrollo que han tomado las nuevas tecnologías en el mundo entero. Y comprobado precisamente el trabajo que se ha hecho en esta década, tanto políticos como empresas tecnológicas reconocen que son muchos los beneficios para España en general y León en particular. Y, por qué no decirlo, hay también cuestiones no tan positivas.

En diez años ha habido diferentes directores y creo que ha permitido que vengan aquí empresas más grandes, fuertes, y siempre es positivo para el sector El presidente de la Asociación Empresarial Innovadora (AEI) Ciberseguridad y Tecnologías Avanzadas, Tomás Castro, recuerda los inicios en el edificio del Banco de España, donde él como empresario del sector fue uno de los implicados en el nacimiento del Incibe, pero también a los primeros directores, "que no creían en el proyecto". "Uno de ellos dijo que el Inteco no iba a ser nada y que los leoneses nos mirábamos mucho el ombligo", agrega Castro, acudiendo a la primera nominación del Incibe, puesto que hasta 2014 se llamó Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco). "En diez años ha habido diferentes directores y creo que ha permitido que vengan aquí empresas más grandes, fuertes, y siempre es positivo para el sector", apunta el presidente de la Asociación Leonesa de Empresas de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (Aletic), Luis Miguel Castro, cuya asociación fue fundamental en el trabajo previo del Instituto. "Se ha conseguido que dentro del ámbito nacional el sitio de ciberseguridad esté fijado en León, y además con proyección europea e iberoamericana", agrega este empresario leonés, que asegura que el Incibe "ha puesto a León en el mapa mundial de las tecnologías", además de que "se ha hecho una labor muy buena", a lo que se añade que la especialización en la ciberseguridad da una ventaja de desarrollo en el futuro puesto que es "una necesidad transversal", que afecta a todas las empresas en todos los ámbitos de la vida.

Tomás Castro, también presidente de la Confederación Española de Empresas de Tecnologías de la Información, Comunicaciones y Electrónica (Conetic), rememora la labor de Enrique Martínez en la dirección del Incibe en sus primeros años, con el que el Instituto "empezó a crecer", y "se apoyó en el sector para ver las necesidades de lo local a la vez que se quería traer industria de fuera". Tras él, llegó "la época de Víctor Izquierdo, donde continuó la cercanía y la implicación con el sector local y regional", así como el asentamiento del propio proyecto.


Cambios decisivos


La línea ascendente en trabajo y repercusión se mantuvo con el siguiente máximo dirigente del Incibe, Manuel Escalante, que ya había formado parte del equipo de Izquierdo y era por tanto un gran conocedor de lo que suponía el Instituto y hacia dónde había que continuar. Una cuestión que no se modifica con la llegada del PP al Gobierno y el nombramiento de un nuevo secretario de Estado, Víctor Calvo-Sotelo, que logró además incluir al Incibe dentro del plan de confianza digital estatal, por lo que la consignación presupuestaria aumentó y se concentró en el trabajo cada vez más especializado de la ciberseguridad empresarial y también a nivel usuario.

En noviembre de 2013 vuelve a haber un cambio en la dirección del Incibe al llegar Miguel Rego y Castro explica que "al principio hay un acercamiento al sector local y regional".

Se están pidiendo requerimientos que supone que empresas de Castilla y León se queden fuera Según apuntan los dos representantes del sector tecnológico, las decisiones de Rego en algunas cuestiones suponen un problema para el sector. Y es que "hasta la época de Escalante, te podías presentar a un proyecto y ahora no", apunta Tomás Castro. Todo porque "se piden solvencias económicas y técnicas concretas que las pequeñas y medianas empresas no pueden cumplir". "Se están pidiendo requerimientos que supone que empresas de Castilla y León se queden fuera", agrega Luis Miguel Castro. De hecho, el responsable de Aletic explica que algunos contratos "se quedan vacíos o sólo llega un licitador" al concurso.

Es por tanto "la asignatura pendiente" del Incibe, mirar más para León, tal y como llevan reivindicando durante los dos últimos años los empresarios del sector TIC de la provincia y de la comunidad. Y cuando el Incibe asegura que muchos de los contratos que adjudica son con empresas leonesas (una cifra que en 2015 ascendió al 45,92%), desde el sector explican que hay que tener en cuenta "que en esas cantidades hay contratos que no son tecnológicos", como pueden ser "reformas en el edificio o el catering". "Está muy bien que se contrate para esto a empresas leonesas, pero también tendría que ser así para el resto de licitaciones", agrega Luis Miguel Castro, quien señala que también tendrían que desarrollarse los proyectos en León.

Desde el ámbito político, los dos grandes partidos consideran que se ha hecho un muy buen trabajo durante estos diez años. También coinciden en que los cambios en la Moncloa no han afectado al Incibe. "Es un proyecto de Estado", resalta el líder provincial del PP, Eduardo Fernández. "El próximo gobierno tiene que seguir apostando por él", añade su homónimo en el PSOE.

Y las peticiones de los empresarios leoneses y autonómicos también las tienen en cuenta, puesto que es algo "loable", según Fernández, aunque a la vez "difícil de conseguir en la práctica" ya que "no se pueden poner cortapisas a los contratos públicos, así que tiene que venir más por la fuerza del convencimiento". El responsable socialista sí que reivindica que sean las empresas de León las que tengan mayor empuje dentro del Incibe, puesto que es una forma de "aprovechar las infraestructuras que hay en León para generar empleo". Por eso, Celestino Rodríguez propone "crear una mesa de trabajo con el sector tecnológico, que es el que mejor conoce la realidad, así como con sindicatos y el propio Incibe, para que se impulse el Instituto".
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