En ese sentido, los pacientes que puedan ser sospechosos deben someterse a un triaje sanitario en el que un médico es el encargado de decidir si se le somete a la prueba de detección que confirme la sospecha. Aunque algunos centros ya disponían de mecanismos similares, la adaptación a este nuevo sistema requerirá de «pequeñas obras» en algún consultorio local, explicó el responsable de Salud Pública del área sanitaria, José Antonio Quiroga. «La idea es que todos los centros lo tengan, si hubiese alguno que no pudiera, supondría un problema que la dirección del centro tendría que abordar», explicó Quiroga, que avanzó que esta manera de funcionar deberá mantenerse «mientras exista riesgo de retroceso».
Por lo que respecta al Hospital del Bierzo, la afluencia de pacientes con síntomas de COVID-19 ha disminuido mucho en las últimas jornadas, valoró el jefe de Urgencias y miembro del comité autonómico de expertos de la crisis, José Ramón Casal. «Todos los días sigue apareciendo algún paciente con sospechas de estar infectado, pero en más del 90 por ciento de los casos las pruebas dan negativo», explicó el jefe de Urgencias, que aseguró que no se permite la entrada de ningún paciente en el hospital sin mascarilla y sin higiene de manos.
Ponerse en el peor escenario, la clave del éxito
A las puertas del centro de referencia en la comarca, el doble circuito establecido desde los primeros días de la crisis sanitaria se mantiene para discriminar a los pacientes sospechosos de coronavirus del resto, tras una pequeña entrevista. Al respecto, Casal destacó que los responsables sanitarios tienen «la obligación de ponerse en el peor escenario», algo que a juicio del experto es responsable en gran parte del «éxito» del área sanitaria, la primera de la Comunidad en acceder de manera global a la fase 1 de la desescalada.
En ese sentido, la carpa en la que actualmente se lleva a cabo ese triaje se sustituirá por una «estructura definitiva y más acondicionada» que quedará instalada a la entrada de urgencias y que servirá de «punto de clasificación» ante escenarios como accidentes múltiples, atentados terroristas o futuras pandemias. «Nunca pasa nada, pero el día que pasa hay que estar preparados», resumió Casal.
Las cifras ofrecida este jueves por la Consejería de Sanidad de Castilla y León registraban que ya sólo quedan cinco pacientes ingresados con Covid-19, cuatro de ellos en planta y uno en la UCI. No se han producido fallecimientos en las últimas horas, si bien el Bierzo ha sumado desde el inicio de la pandemia 72 fallecimientos en el Hospital. Los casos activos sospechosos detectados en Atención Primaria se reducen también en casi una veintena, son ahora 561.