Los castilletes mineros buscan protección

En el valle de Sabero tramitan la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), mientras que el Pozo Ibarra de Ciñera la tiene sin que se haya frenado su abandono y deterioro

Estefanía Niño
05/05/2019
 Actualizado a 18/09/2019
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La actividad minera es ya solo una parte del pasado de la montaña leonesa. Ahora toca reinventarse, buscar otras alternativas, pero las cuencas no quieren olvidar, quieren mantener su patrimonio industrial, su historia, la memoria de lo que ha sido su forma de vida durante décadas. Una memoria que puede convertirse en un atractivo turístico mediante la protección de las infraestructuras mineras, como es el caso de los castilletes. En Sabero tramitan actualmente la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de La Herrera I y II, pero que consigan esta declaración no es ninguna garantía. Muestra de ellos es el Pozo Ibarra de Ciñera, que la tiene desde 2011, y que sigue a merced del deterioro y abandono tras frustrarse un proyecto para darle vida.

El objetivo es poner en valor el patrimonio industrial del Valle de Sabero y sumar un atractivo más al MSM Recientemente, la asociación cultural y deportiva ‘El Castillete’ presentaba en el registro de la Junta de Castilla y León sendos expedientes para que se declaren BIC los antiguos castilletes mineros de Hulleras de Sabero. En los citados expedientes la asociación ha confeccionado, conforme dicta la ley de patrimonio, los datos técnicos y memoria histórica de los complejos industriales mineros. Los dos complejos, Herrera I en Sahelices de Sabero, y Herrera II en Sotillos de Sabero, contarán con protección BIC en el momento que la Junta admita a trámite sendos expedientes. El objetivo que persigue la asociación, esponer en valor el patrimonio industrial del Valle de Sabero, así como sumar un atractivo más a la visita al Museo de la Siderurgia y Minería de Castilla y León (MSM), con sede en Sabero.

El expediente sobre el conjunto La Herrera I detalla que sus instalaciones «constituyen un conjunto industrial extractivo de carbón en pozo y en galería, testimonio de la cultura y de la forma de vida de la cuenca minera de Sabero, cuya actividad a lo largo de los casi cien años de historia activa ha generado una transformación importante en la fisionomía del lugar». El documento indica que de entre el conjunto de edificios que componen el complejo, «destacan indudablemente por su singularidad y representatividad tipológica, el castillete, formado por una estructura de hierro, que se enmarca en la tradición de las estructuras metálicas roblonadas de finales del siglo XIX y por otro lado la Casa de Máquinas construida a base de piedra de sillería. Asimismo, se añade que el pozo La Herrera I tiene además un valor añadido, ya que fue el primer pozo de minería vertical de la provincia leonesa. »«En 1909 se inician los trabajos del pozo vertical de La Herrera, que comienza su funcionamiento en el año 1912. Tenía ciento cincuenta metros de profundidad y es el primero en funcionar con energía eléctrica, estando dotado de la más moderna maquinaria para la extracción, compresores, castillete de hierro, jaula, llamando poderosamente la atención la Casa de Máquinas construida a base de piedra de sillería por el labrante gallego Fariñas».

La Herrera I destaca por la singularidad del castillete y por la Casa de Máquinas construida a base de piedra El expediente sobre el conjunto La Herrera II señala que las explotaciones «constituyen un conjunto industrial extractivo de carbón en pozo y en galería, testimonio de la cultura y de la forma de vida de la cuenca minera de Sabero, cuya actividad a lo largo de los casi cien años de historia activa ha generado una transformación importante en la fisionomía del lugar». El complejo Herrera número 2 disponía de siete de pisos «de los que el primero y el segundo estaban abandonados; el tercero se dedicó a ventilación y los cuatro restantes a explotación. Su red de galerías llegó alcanzar los 12,5 kilómetros, midiendo 2,5 km la galería que lo unía con el pozo Herrera I». Fue definitivamente clausurado a finales de 1991, cuando ya había alcanzado una profundidad de 510 metros.

Historia de una cuenca

La actividad minera fue, para las cuencas, sinónimo de desarrollo. La apertura de las minas es una de las páginas más importantes de la historia reciente de valles como el de Sabero. En la documentación entregada para la declaración de BIC así se explica. La cuenca hullera de Sabero fue la primera en ser explotada en la provincia de León. La actividad minera comenzó en 1841 y se mantuvo hasta 1993, estando los últimos 101 años de actividad protagonizados por la empresa Hulleras de Sabero y Anexas. Esta empresa, según se detalla, realizó minería subterránea y a cielo abierto. En el valle aún queda parte de estas construcciones mineras, además de lavaderos y fábricas. El 31 de diciembre de 1993 cesó toda actividad minera en el valle, y aunque la granmayoría de los edificios e instalaciones de la última empresa que operó en él están aún en pie, la ausencia o insuficiencia de medidas de protección ha permitido que algunos de ellos hayan sido objeto de vandalismo.
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