Los cambios en la Junta, una ventana para la llegada de Radioterapia al Bierzo

Dotar de Radioterapia al Hospital del Bierzo ha sido, durante años, una reivindicación de toda la sociedad berciana. En cada cita con las urnas y cada campaña electoral siempre aparecía la misma promesa, que la instalación del servicio sería una prioridad, una declaración de intenciones que a la hora de la verdad se quedaba en agua de borrajas.

Las negativas de la consejería de Sanidad han sido una constante y la respuesta siempre ha sido la misma: «Hay que optimizar recursos». Esa fue la justificación para negar la instalación de un acelerador lineal en el Bierzo –también en las áreas de salud de Ávila, Palencia, Soria y Segovia– en el año 2011, una negativa que se repitió también en la pasada legislatura, en la que el entonces consejero de Sanidad, Antonio María Sáez de Aguado, achacó a la necesidad de contar con dos aceleradores lineales ya que «con uno solo se entorpecería la continuidad del tratamiento de los pacientes» en caso de avería o revisión, que según aseguraba, «son casi diarias».

En la última campaña electoral Radioterapia volvió a ser uno de los caballos de batalla de las diferentes formaciones en la comarca y tras el pacto entre Partido Popular y Ciudadanos, la reivindicación empieza un nuevo capítulo.

Y es que tras treinta años de Gobierno popular en solitario en la Junta de Castilla y León, la victoria en escaños del PSOE obligó al PP a buscar apoyos para no perder uno de los bastiones, lo que ha supuesto la irrupción de la formación naranja en el equipo de Gobierno.

Y una de las áreas en las que el líder autonómico de Cs, Francisco Igea, puso sus ojos fue la Sanidad, una de las principales preocupaciones de la sociedad castellanoleonesa, tal y como demuestran manifestaciones multitudinarias tanto en el Bierzo como en el resto de provincias.

Verónica Casado, que el año pasado se convirtió en la primera médica de familia española en ser reconocida como la mejor profesional del mundo según la WONCA World (Organización Mundial de Médicos de Familia), fue la propuesta de Ciudadanos para asumir una cartera con muchos frentes pendientes, entre ellos la última campaña lanzada en la comarca para conseguir el tan ansiado servicio de Radioterapia.

En el Bierzo, la lucha contra la enfermedad requiere un esfuerzo doble. Los pacientes que necesitan el servicio tienen que afrontar desplazamientos de más de una hora para poder recibir el tratamiento, un ‘handicap’ físico y mental para el que no se ha ofrecido ninguna alternativa más allá de «facilitar y mejorar los desplazamientos».

Pero incluso en León, el destino mayoritario de los pacientes bercianos –aunque algunos tienen que viajar a Valladolid o Salamanca– el servicio ha ofrecido problemas. Así lo denunció Eva María Arias el pasado mes de junio, que tras dos meses esperando el comienzo de un tratamiento que no dejaba de dilatarse en el tiempo, hizo pública su historia.

La espera de Eva tuvo final ‘feliz’ y ya ha comenzado la última fase de su recuperación, pero consciente de que el suyo no es un caso aislado, se ha convertido en la cara visible de un problema que cada día afecta a pacientes bercianos y ha concienciado a colectivos de todo tipo en la necesidad de formar un frente unido para que nadie tenga que vivir la angustia que ella sufrió durante meses de incertidumbre.

Formaciones políticas como Podemos, la plataforma en defensa de la Sanidad Pública, la AECC o UGT ya han mostrado su apoyo a la causa. Este mismo jueves, UGT animó a toda la sociedad berciana a «implicarse de forma activa» en la campaña iniciada por la propia Eva Arias y pidió a la Junta de Castilla y León que «de una vez por todas, atienda las reivindicaciones de esta comarca que tan olvidada tiene».