Según explica el alcalde, José Manuel Pereira, fue ya el pasado viernes día 8 de noviembre cuando algunos vecinos vieron al animal subido en lo alto de un tejado. Dieron aviso al Ayuntamiento y el alcalde pidió a operarios municipales que inspeccionaran la casa. Sin embargo, "ese día no consiguieron avistarlo" y el inmueble, con planta baja y dos pisos, presentaba unas muy difíciles condiciones para acceder desde cualquier lado hacia la cubierta, que además está medio derruida.
Fue este lunes cuando de nuevo los vecinos volvieron a ver a la pequeña perra encaramada al tejado, con la consecuente alerta por ver si el animal caería o saltaría del tejado. Intentaron echarle comida dentro a través de una ventana rota, para ver si descendía por sí misma por el mismo lugar por el que había subido al tejado. Pero no consiguieron nada.
Así pues, este martes por la mañana, cuando el alcalde comprobó por sí mismo la situación, decidió llamar los bomberos de Ponferrada para encontrar una solución. Estos acudieron con una escala "y no les fue fácil poder cogerla, porque se asustaban", pero finalmente accedieron a ella y pudieron bajarla ante la expectación vecinal.
Ya abajo, bomberos y personal municipal comprobaron que no tenía chip identificativo y que quizá pudo acceder a la casa por la citada ventana rota a pie de calle e ir subiendo los pisos "sin encontrar después como poder bajar", cree el alcalde. El Ayuntamiento se ha hecho cargo provisionalmente de ella, y son varias las personas que sen interesado ya por poder acoger a la perra, con lo que el Consistorio hará pues los trámites necesarios para que el animal tenga un buen destino.
