Los auxiliares de Endesa se plantan indefinidamente ante la central

Permanecerán allí todos los días desde el lunes "hasta que nos ofrezcan el plan social que queremos"

M.I.
25/01/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Las últimas manifestaciones de los trabajadores fueron en León.  | L.N.C.
Las últimas manifestaciones de los trabajadores fueron en León. | L.N.C.
Los trabajadores de las empresas auxiliares que hasta el momento habían operado para la central térmica de Compostilla en Cubillos del Sil han decidido montar un campamento ante la fábrica desde el próximo lunes e indefinidamente «hasta que nos ofrezcan el plan social que Endesa decía que tenía», explica el portavoz de la Plataforma, Alonso Roa.

Asegura que es su último cartucho antes una situación en la que se sienten estancados tras los últimos movimientos. «Volvemos al principio y tenemos que tomar medidas», explica Roa. Reconoce que pese a que, en un principio, todos los políticos se sumaron a su petición, en las últimas semanas se han quedado solos
«hemos pedido una reunión con la delegada de Gobierno y ni frío ni calor, no nos ha dado respuesta».

Y el tiempo se acaba, porque las empresas han comenzado las negociaciones para evacuarles de sus puestos de trabajo, un proceso que temen que haga que no quede ya trabajadores con los que negociar el día 30, cuando los sindicatos y el Gobierno se sentarán para determinar un plan social de salida digno que poner en marcha en esos casos de cierre de centrales.

En Cubillos son siete empresas las afectadas, en las que operan 180 empleados, aunque ya se ha puesto en marcha un ERTE para los 17 empleados de una de ellas, Auxitrans, y se ha iniciado la negociación, uno por uno, con los empleados de Nervión para ofrecerles una indemnización o traslados.

En el caso de los empleados de Maessa, entre los que está Roa, se han puesto sobre la mesa 46 posibles despidos, aunque la empresa «va de víctima y dice que no nos quiere dejar sin trabajo», ofreciéndoles traslados a zonas lejanas como Ibiza, pero con unas condiciones laborales que no hacen viable su aceptación «no puedes mantener una casa allí y tu situación aquí con lo que proponen, que es el convenio».

Por eso Roa considera que las negociaciones, que están vivas y tendrán continuidad el próximo miércoles «no serán fáciles». Y la situación hace que los trabajadores naveguen entre «los que están muy quemados y quieren tomar medidas y los que ya lo dan todo por perdido». Roa considera que es el momento de dar la lucha, para no permitir que las negociaciones sindicatos y Gobierno les toque verlas desde las listas del paro. De todos modos, advierte que la vía judicial está abierta y «será la que tengamos que coger después de todo».

Roa lamenta que se esté vendiendo, desde el Gobierno una transición energética justa, cuando los trabajadores de las auxiliares quedan fuera de todos los proyectos, pese a que se les mencione en los mismos. No sienten el arrope, porque no se les ha llamado para efectuar el desmontaje de los grupos, como proyectaba Endesa, ni desde otras firmas para integrarles en ellas «tenemos la sensación de que quieren que seamos nosotros los que pidamos el despido» y que después tengan que moverse para reubicarse en otras firmas. Pero advierte que no frenarán en sus protestas hasta el final.
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