Los auxiliares de Compostilla vuelven a la carga solicitando una reunión a Empleo

Aseguran que volverán a explicar su situación a los nuevos cargos de la Junta y piden que se exija a Endesa que reinvierta en la zona antes de dar el cierre en la central de Cubillos del Sil

Mar Iglesias
26/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Las cruces por los trabajadores que se quedan sin empleo siguen colocadas a las puertas de la central en Cubillos.  | M.I.
Las cruces por los trabajadores que se quedan sin empleo siguen colocadas a las puertas de la central en Cubillos. | M.I.
La Plataforma de Auxiliares de Compostilla vuelve a la carga en el ring político solicitando una nueva reunión al consejero de Empleo e Industria de la Junta de Castilla y León, Germán Barrios, para exponerle su situación «han cambiado las personas que estaban al frente y queremos ponerles en situación, empezando de cero», dice el representante de los trabajadores, Alonso Rosa.

Lamenta que aunque hayan realizado movilizaciones desde septiembre del año pasado, incluyendo cuatro jornadas de huelga y cada mañana estén apostados a las puertas de la central térmica de Compostilla, se les siga sin dar solución y se vean obligados a tener que volver a dar cuenta de su situación, cuando ya hay problemas complejos como el segundo ERTE para los 17 trabajadores de Auxitrans, la empresa encargada del transporte que fue la primera en ejecutarlos.

Reconoce Roa que esos empleados han visto reducidas sus percepciones hasta un 70% y eso hace que se tengan que plantear alguna salida. Con esa situación límite, Roa espera que finalmente se consigan los compromisos planteados desde la Junta, cuando esta se implicó con ellos desde la reunión del consejero de Empleo,Carlos Fernández Carriedo. La idea planteada por los auxiliares, que sigue viva, es que los 80 trabajadores de las siete empresas auxiliares afectados por el cierre de Compostilla en junio del año próximo, puedan reubicarse en otros trabajos «pero a largo plazo».

Y es que una veintena consiguió empleo en parte del proceso de construcción de la nave de la central de biomasa de Forestalia, como había solicitado la Junta a la empresa, pero de ellos «solo quedan cinco en activo» tras unos meses de contrato. La solución para Roa no pasa por incluirlos en los trabajos de construcción, que deben concluir en enero de 2020, cuando la central entre en funcionamiento, sino en el mantenimiento de la central.

Las otras dos vertientes de salida serían el trabajo en nuevos proyectos como la recuperación de escombreras, que ya cuenta con presupuesto y que lleva aparejado un proyecto de reforestación a largo plazo y, para los mayores, la reubicación en los trabajos de desmantelamiento de los grupos, que supondría un empleo por unos años, hasta completar el paso a la prejubilación «y así que pudieran tener una salida digna», dice Roa. Ese volumen de empleados mayores es el más voluminoso. Pero, de las tres patas planteadas, aún no se han dado pasos en firme para la reubicación de todos los afectados, aunque sí se ha dado solución a algunos casos.

Roa considera que las administraciones no están forzando la solución y tampoco están exigiendo a Endesa que«reinvierta en la zona antes de irse». Aunque la eléctrica presentó un detallado plan para hacerlo, al lado de la Universidad de León incluso, con el fin de determinar los proyectos más viables que pudieran establecerse en la zona cuando deje de operar en ella, lo cierto es que no se ha planteado aún ninguna posibilidad y los empleados de las auxiliares temen que no se produzcan «una vez que se vaya, aquí no quedará nada», dice Roa. Por eso instan a los ayuntamientos a potenciar esa unidad entre las zonas que están en la misma situación de cierres anunciados, como ya confirmóel alcalde de Cubillos del Sil, Antonio Cuellas, para «exigir que se reinvierta en la zona».

Entre esos ayuntamientos, Roa considera que debe estar As Pontes, que vive una situación parecida a la que se experimentó en el Bierzo hace tres años, cuando se planteó el cierre. Y es que asegura que la huella que dejará la eléctrica será dejar de abonar los 200.000 euros por grupo que ingresaba en Cubillos, según explica Roa «cuando tenía los cinco funcionando era un millón de euros», una cantidad que se dejará de percibir cuando se produzca el cierre. Así las cosas, los trabajadores siguen «paso a paso» recuperando las entrevistas políticas y sin dejar su puesto en el cementerio de cruces blancas que han colocado a las puertas de la central de Cubillos.
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