Los alumnos del Máster en Abogacía de la ULE asesorarán a internos de Mansilla

El Grupo de Innovación Docente de Derecho Penal desarrolla junto con el Colegio de Abogados de León un proyecto para el aprendizaje y servicio a la comunidad

L.N.C.
07/12/2017
 Actualizado a 12/09/2019
derecho_universidad_071217.jpg
derecho_universidad_071217.jpg
La experiencia positiva que resultó de sus propuestas en los dos años anteriores sobre la aplicación de métodos docentes que fomenten el trabajo autónomo en los estudiantes, ha llevado al Grupo de Innovación Docente de Derecho Penal (GID DP) de la Universidad de León (ULE) a ir más allá y adentrarse en una dinámica de aprendizaje y servicio a la comunidad. Su proyecto –coordinado por el profesor Miguel Díaz y García Conlledo– cuenta con la colaboración del Colegio de Abogados de León y posibilitará que este curso académico los 28 alumnos del Máster en Abogacía de la ULE asesoren en temas jurídicos a los internos en el Centro Penitenciario de Villahierro (Mansilla de las Mulas), con el apoyo y supervisión del Servicio de Orientación Jurídica Penitenciaria que presta a los internos el Colegio de Abogados.

Los profesores implicados en este Grupo de Innovación Docente aseguran que este tipo de metodología de aprendizaje-servicio permite que el alumno «entre en contacto con un grupo de ciudadanos para dar respuesta a sus problemas y necesidades, y al tiempo que presta un servicio social, adquiere competencias necesarias para su futuro profesional». La metodología del proyecto está dirigida a estudiantes con una formación jurídica avanzada, de ahí que su aplicación se circunscriba a los alumnos del Máster en Abogacía, aunque en próximos años se estudiará su aplicación en los últimos cursos del Grado en Derecho.

La dinámica del proyecto contempla cómo los alumnos participarán en el Servicio de Orientación Jurídica Penitenciaria del Colegio de Abogados, bajo el compromiso de confidencialidad, y trabajarán en los asuntos y problemas que les presenten los internos del Centro Penitenciario de Villahierro. La principal labor de los universitarios se traducirá en la elaboración de informes, recursos frente a resoluciones judiciales, recursos administrativos, sobre aspectos de Derecho penal y Derecho penitenciario fundamentalmente, aunque también tendrán que realizar funciones de asesoramiento sobre otras materias como reconocimiento de derechos laborales, derechos de familia, estudio del expediente penitenciario para solicitud de permisos de salida o la clasificación en tercer grado.

Todo este aprendizaje se desarrollará en diez meses, tiempo en el que los alumnos (formados en grupos de cuatro) tratarán de dar un servicio al colectivo social involucrado en el proyecto. Cada grupo trabajará en el Servicio de Orientación Jurídica Penitenciaria durante dos meses, el primero para la adjudicación y reparto de expedientes y casos que lleguen al servicio que presta el Colegio de Abogados, y en ese periodo acompañará a los abogados en sus visitas a los internos del Centro de Villahierro, y asistirá a las reuniones periódicas fijadas por los abogados. En el segundo mes los alumnos habrán de resolver los expedientes asignados y en ese tiempo también contarán con el apoyo, el seguimiento y la supervisión de los miembros del Grupo de Innovación Docente en coordinación con el Servicio de Orientación  Jurídica. En ese momento, la labor de seguimiento se realizará a través de los expedientes trabajados, en los que se valorarán aspectos como expedientes asumidos y resueltos, número de pretensiones cumplidas o calidad argumentativa de los informes presentados.

Resultados del proyecto


Los resultados del proyecto se harán públicos en un seminario abierto en julio de 2018 donde se conocerá la experiencia no sólo de los alumnos de la ULE sino también de los alumnos de otras dos universidades colombianas implicadas en el proyecto: la Universidad de EAFIT y la Universidad Autónoma Latinoamericana (Unaula) en Medellín. En estas instituciones ya han utilizado este método docente para la formación de alumnos en Derecho Penal, y dado que también sus alumnos han desarrollado labores de asesoramiento legal a internos de varios centros penitenciarios del país, el Grupo de Innovación de la ULE ha querido contar con su experiencia «altamente positiva».

En esa misma línea positiva se encuadran las grandes aportaciones del proyecto en el alumno, no sólo por la adquisición de competencias profesionales sino también porque habilita al estudiante a implicarse en su proceso formativo para el ejercicio de la abogacía, y refuerza otras capacidades que tienen que ver con el compromiso social, la responsabilidad y el compromiso ético.
Lo más leído