Los accidentes de montaña obligan a realizar una media anual de 150 rescates en la comunidad

A pesar del notable incremento de practicantes, el número de incidentes se mantiene estable en los últimos años

Ical
14/08/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Los accidentes de montaña en Castilla y León obligan a los equipos especializados a realizar una media anual de 150 rescates, cifra que se mantiene estable en los últimos años a pesar del crecimiento exponencial de practicantes, que ha provocado que el número de licencias de la la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de la comunidad (Fdmescyl) se duplique desde 2008 y supere ya las 13.000.

El pasado año, las cuatro bases de intervención en montaña que la Guardia Civil tiene repartidas en la Comunidad y que se encuentran ubicadas en Sabero, desde donde se cubre la Cordillera Cantábrica, los Picos de Europa y la Montaña Palentina; en las localidades abulenses de El Barco de Ávila y Arenas de San Pedro, que actúan en las sierras de Gredos, Francia y Béjar, y en Riaza (Segovia), que tiene como principal zona de actuación el Sistema Central, a las que hay que sumar la de Ezcaray (La Rioja), desde donde se realizan las operaciones de Burgos y Soria, atendieron 105 accidentes, uno menos que en 2016 y en 2014, y diez menos que en 2015

Por su parte, el Grupo de Rescate y Salvamento de la Junta, con sede el Alcaracén (Valladolid), realizó el pasado año 56 rescates, de los que 49 fueron de montaña, tres más que en 2016. Hasta el pasado 5 de agosto, este grupo sumaba 22 operaciones, de las que 19 correspondieron a accidentes de montaña.

La sierra abulense de Gredos y la provincia de León -Picos de Europa y Cordillera Cantábrica- concentran siete de cada diez rescates en la Comunidad, mientras que la mitad de los accidentes se registran en los meses de verano.

Tanto desde la Federación de Montaña, como desde el Grupo de Rescate de la Junta, se coincide en destacar que la preparación y la prevención de las personas aficionadas al montanismo y al senderismo cada vez es mejor. Para el presidente de la Fdmescyl, Javier González Lázaro, los montañeros cada vez están más concienciados, pero no ocurre lo mismo con el aficionado ocasional, que muchas veces no es consciente de lo que implica hacer una actividad en el medio natural.

Por su parte, desde el Grupo de Rescate de la Junta se asegura que la prevención, basada en una preparación adecuada, es fundamental en las actividades al aire libre, donde además de la propia preparación física y el equipo adecuado, se requiere un conocimiento del medio en el que se va a desarrollar la actividad, de las condiciones meteorológicas del momento y de los riesgos que se corren al practicar dicha actividad. En este sentido, las mismas fuentes indicaron que aunque no hay datos que permitan medir el grado de concienciación, si se puede afirmar que cada vez la gente va más preparada en cuanto a equipo que utiliza para el desarrollo de la actividad, habiéndose incorporado en los últimos años el GPS y la consulta previa de la meteorología.

Hasta la fecha, según los responsables del grupo, no se han detectado accidentes como consecuencia de imprudencias evidentes, por lo que la Junta no ha aplicado la normativa que posibilita cobrar el rescate cuando se demuestra un cúmulo de negligencias. En relación a este asunto, González Lázaro mostró su rechazo a establecer una tasa a las operaciones de salvamento, “dado que podría darse el caso de que accidentes de poca gravedad puedan acabar siendo graves por el temor del accidentado a llamar a los servicios de rescate si cree que le van a cobrar”.

Los K2 de Castilla y León


La mayor parte de accidentes son leves -esguinces, torceduras, contusiones…-, que según apunta González Lázaro “nos pueden pasar en cualquier sitio, aunque si hablamos de accidentes mortales el Almanzor, en Ávila, y el Espigüete, en Palencia, podrían ser los K2 de Castilla y León”. Además, desde el Grupo de Rescate también se apunta que con cierta frecuenta también se encuentran con síndromes coronarios, convulsiones y patologías comunes que se agudizan o debutan mientras la persona está en la montaña.

Aunque no hay dos operaciones iguales y todo depende de la zona en la que se produce el accidente, el tiempo medio de rescate se sitúa entre las dos y las dos horas y medias, siempre que exista una buena meteorología y la víctima esté perfectamente localizada. El helicóptero tiene un tiempo medio de vuelo estimado de entre 45 minutos, al que se suma el tiempo necesario para la evacuación y el traslado a los servicios de emergencias sanitarias.

Desde su creación en diciembre del 2006, el grupo de rescate y salvamento de la Junta de Castilla y León ha realizado más de 700 intervenciones y ha auxiliado a más de 800 personas. Entre las intervenciones que realiza el grupo, destacan los rescates de montaña, aunque también se realizan otro tipo de intervenciones como búsquedas, rescates de agua, rescates en zonas de difícil acceso, accidentes de parapente o emergencias que por su gravedad requieren la colaboración del grupo de rescate.
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