Lo que sobran son ovejas negras

19/04/2018
 Actualizado a 18/09/2019
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La expresión es tan vieja como la pena: la oveja negra de la familia. La expresión daba por hecho que en cada familia había una, que ya era suficiente.

El resto, en buena lógica, serían blancas.

Sin meternos hoy en el barro de las connotaciones racistas de las viejas expresiones, vamos con lo más evidente; lo que el bueno de Mauri nos deja botando con la imagen de hoy para que disparemos como ya quisiera la Cultural que se las pusieran.

La realidad le da la vuelta a la creencia antigua. Bien parece viendo la foto que ahora lo que queda es una oveja blanca en el grupo y el resto son ovejas negras, la oveja negra de la familia multiplicada por mucho. Incluso dicen que las que parecían ovejas blancas han resultados más negras que el carbón, esa cosa que en tiempos se arrancaba en las minas leonesas.

La televisión se ha convertido en una sucesión de ovejas negras, programa tras programa. Ahora entiendo cuando llegaba preocupado al bar el gran Enrique Zapico, se quedaba un momento mirando para la tele y cuando le preguntaban por esta excentricidad decía muy serio: «Miro a ver qué gente sale aquí, porque en la de mi casa sólo salen perdidas y patibularios».

Ovejas negras. Menos mal que se acaba el espacio y lo del morro azul y el lazo amarillo no lo tengo que explicar. Uff.
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