"Lo que no se puede hacer es novela con el periodismo"

Vicente Vallés visita este miércoles León para presentar, a las 9:30 horas en el Museo Casa Botines Gaudí, su libro ‘Operación Kazán’. En su estreno como novelista, el popular presentador de informativos ofrece al lector tramas de espionaje con los principales acontecimientos del siglo XX como telón de fondo

Víctor S. Vélez
14/06/2022
 Actualizado a 14/06/2022
Vicente Vallés en una reciente promoción de su nuevo libro. | ICAL
Vicente Vallés en una reciente promoción de su nuevo libro. | ICAL
Es uno de los presentadores de informativos más populares y su rostro se cuela cada noche en millones de hogares a través de la televisión. Vicente Vallés vuelve este miércoles a León para presentar ‘Operación Kazán’, su primera experiencia como novelista. Este libro, que mezcla la novela histórica con distintas tramas de espionaje ambientadas dentro de acontecimientos clave del siglo XX, está siendo un éxito de ventas y ha recibido el ‘Premio Primavera de Novela 2022’. La puesta de largo de este «thriller de suspense», como lo define el propio autor, en la capital leonesa está programada a las 9:30 horas en el Museo Casa Botines Gaudí.

– ¿Qué se va a encontrar el lector de ‘Operación Kazán’?
– ‘Operación Kazán’ es al mismo tiempo una novela de espías, un thriller de suspense, y una novela histórica. He intentado satisfacer las inquietudes tanto de los amantes de la novela histórica como de los que son amantes de las novelas de intriga, en concreto de espionaje. Yo también soy amante de esas novelas y eso es lo que se va a encontrar el lector.

– En el libro se recorren algunos de los principales acontecimientos del siglo XX: la Revolución Rusa, la Segunda Guerra Mundial, la caída del muro de Berlín… ¿Cuál ha sido el que más ha cambiado el mundo y la visión que tenemos ahora de él?
– Es difícil saberlo. Son acontecimientos importantes que todos han provocado cambios hacia lo que vendría después. No se puede entender la Segunda Guerra Mundial sin lo que ocurrió en el periodo de entreguerras y este tampoco sin la Primera Guerra Mundial… No se puede entender lo que ocurrió en los años 80 y 90 en los países comunistas sin entender lo que pasó previamente en la Guerra Fría. Todos los acontecimientos históricos derivan en algo que tiene como causa lo que ocurrió antes. Ahora vivimos en un mundo muy condicionado por la guerra en Ucrania, lo que viene también condicionado por los acontecimientos que han ocurrido en Rusia en los últimos 20 años con Putin como presidente.

– ¿Y en lo que va de siglo XXI?– El arranque real del siglo XXI no fue tanto el cambio de siglo, fue realmente con los atentados del 11-S. A partir de entonces hubo una sucesión de terribles atentados islamistas que se produjeron después, con las consecuencias de las guerras de Irak y de Afganistán. Todo ello ha condicionado el desarrollo de las relaciones internacionales durante muchos años. Ahora, la pandemia nos ha provocado una gravísima situación sanitaria y también económica. Cuando parecía que estábamos empezando a asomar la cabeza y controlar la enfermedad, ha aparecido la guerra de Ucrania que está provocando un sufrimiento tremendo a los ucranianos pero, en paralelo, otra grave crisis económica y energética. No nos hemos recuperado de problemas anteriores y ya estamos con otros nuevos.– Sus obras anteriores tratan sobre perfiles tan interesantes como el de Trump o Putin. Aunque parezcan muy distintos, ¿qué tienen en común? ¿A qué figuras históricas se aproximan más ambos personajes?– En común tienen el gusto por las autocracias. Los dos, tanto Putin como Trump. Desde luego que Putin es un autócrata y a Trump le hubiese gustado serlo en Estados Unidos. Lo intentó, pero los americanos le dijeron que eso no podía ser. La democracia norteamericana ha prevalecido, como no podía ser de otra manera. Estamos en esas circunstancias y hay tensión entre otras autocracias como la china o la rusa y las democracias occidentales, en algo que está definiendo el mundo de estos tiempos y de los que están por venir.– No es su primer libro, pero sí se estrena en la ficción ¿Cómo ha sido esta experiencia? ¿Hasta qué punto es compatible el oficio de novelista con el de periodista? ¿Cuánto hay de novela en el periodismo y viceversa?– Es perfectamente compatible. Lo que no se puede hacer es novela con el periodismo. Cuando estás en el ámbito periodístico estás en un ámbito muy distinto a cuando te enfrentas a escribir una novela. Para mí ha sido un divertimento, pero muy enriquecedor. Escribir esta novela me ha permitido recordar muchas cosas que tenía aparcadas en mi cabeza y acontecimientos históricos, sobre los que en otros tiempos sí que había leído mucho, permitiéndome recuperar lecturas que había dejado atrás y profundizar en esos acontecimientos. No los conocía todos, pero he profundizado en la investigación y se reflejan en ‘Operación Kazán’. Por otro lado, está la gran diversión, que intento trasladar al lector, de crear una trama de ficción. Esto genera complicaciones porque hay que dar muchas vueltas, ya que en una novela de intriga no pueden quedar cabos sueltos en la historia. Eso es lo que, seguramente, más trabajo te genera.– Hablando de periodismo, ¿cómo ve la salud de esta profesión?
– Vivimos en un tiempo bastante convulso en todos los ámbitos de la sociedad y eso, inevitablemente, también afecta al mundo del periodismo. Lo que soy es bastante optimista y, la verdad, es que tenemos la suerte de vivir en un país que es libre y que es democrático en el que hay plena libertad para trasladar las opiniones que sean al público, bien sea a través de los medios o a través de las redes sociales. Si uno se sienta un minuto a pensar, llegará a la conclusión inevitable de que disponemos de decenas de medios de comunicación y de líneas informativas que permitirán a cualquier persona sentirse reflejada en aquello que lee, que escucha en la radio o que ve en la televisión. Frente a las quejas que muchos tienen sobre los medios de comunicación, vivimos en un momento en el cual todas las opiniones se ven reflejadas en los medios y eso es una riqueza de la que disfrutamos en Occidente.

– Algunas voces críticas apuntan a que sus informativos están sesgados contra el Gobierno actual ¿Son justas? ¿Sucedía al contrario cuando Rajoy estaba en La Moncloa?
– Es absurdo. Sin más. Quien quiera coger el archivo y ver lo que hacíamos cuando gobernaban otros lo verá. Lo que pasa es que la gente que dice eso suele estar ciega.

– Entrando un poco en el terreno de lo personal, ¿cuál es la noticia que todavía no ha dado y que le gustaría contar algún día?
– La más inmediata sería el final de la guerra de Ucrania. En términos generales, hay una noticia que llevo años intentando dar y que me gustaría poder hacerlo algún día y que sería la de que el paro se termina en España. Que todo aquel que quiera trabajar pueda hacerlo. Creo que el paro es el gran y terrible hecho diferencial de nuestra economía comparándola con la de los países de nuestro entorno europeo. Creo que no seremos el país que debemos ser hasta que estemos en condiciones de decir que nuestro desempleo está en la media de los países europeos, porque siempre está el doble de la media de los países europeos, tanto cuando las cosas van bien como cuando van mal.

– A raíz del ejemplo de ‘Teruel Existe’, están surgiendo partidos localistas en otras partes de la ‘España Vacía’. En León ya existían, pero parecen consolidarse ¿A qué se debe este fenómeno y cómo cree que evolucionará de cara a las próximas citas electorales?
– Es difícil saber qué evolución va a tener y hasta qué punto este tipo de partidos se van a consolidar en el largo plazo. En este momento hay un cierto florecimiento de los partidos localistas, que tienen una razón de ser: una parte de la población se siente en estos territorios abandonada por los grandes partidos o no lo suficientemente bien representada por ellos. Vamos a ver cómo evoluciona la situación. Como hay libertad para crear partidos, cuando lleguen las elecciones si la gente vota a unos y no a otros está en su derecho de hacerlo. Vamos a ver cómo se refleja eso en la política porque es verdad que los partidos localistas producen una atomización de los parlamentos y que haya tantas fuerzas que formar un gobierno se convierta en un problema muy serio.

– Vuelve a León para la presentación de su libro, ¿con qué se queda de esta ciudad?
– Cuando he ido a León me ha gustado siempre pasear por la ciudad. Es muy agradable y tiene zonas estupendas. Luego, por supuesto, ir al Húmedo a tomar algo, que es el lugar que no puede faltar cuando se va a León.
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