Lo malo

23/06/2018
 Actualizado a 16/09/2019
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Hoy es una de las noches del año que con más cariño recuerdo de mi etapa de adolescencia. Se alineaban los planetas, porque solía coincidir con las recientes vacaciones del colegio y con las Fiestas de León. Todo el mundo suele celebrar la noche de San Juan, pero en León tenemos ese añadido festivo que lo hace todavía más interesante. No hacemos hogueras en una playa, ni alcanzamos a saltarlas, pero tenemos un río que hace el apaño y que tampoco está tan mal. Y en ambiente seguro que no nos ganan. Igualmente es curioso como se viven las cosas conforme uno crece. Hace unos años nos llevaba toda la semana planificar la noche. Qué me pongo, porque en León ya se sabe que hay que llevar la chaquetina para por si acaso y la brisa del Bernesga tampoco ayuda. Qué quién compra qué y cómo lo llevamos, porque hay que planificar también el guateque y pensar en el sitio estratégico en el que te pones. Ya sabéis, para ver y ser vistos. Y toda la parafernalia adolescente. Ahora ya me veo quedando con mis amigas a cenar, preferiblemente sentadas y en un sitio con poco ruido, donde podamos charlar. Y ya luego si eso nos acercamos a la Junta o si ya hay ambiente por el centro pues igual ni eso. Ya lo dice mi amiga Nuri, un signo indiscutible de la edad es que nos gastamos más dinero en comer que en beber. Y cuánta razón tiene. Igualmente me sigue gustando ir a ver arder la hoguera. Soy algo supersticiosa y sí que suelo creer en todas esas leyendas o rituales que hace la gente. Y como dicen que el fuego purifica, siempre intento ir, pensar en todas esas cosas que me han hecho daño en este tiempo o que quiero fuera de mi vida, y sacarlas para dejar hueco a todo lo bueno que tenga que llegar. Vamos, como uno de los hits de este verano: ‘Pa fuera lo malo’ y concentrémonos sólo en las cosas que aportan y suman. En definitiva leoneses, allá vamos, a disfrutar de las fiestas y a llenar la ciudad de música, color y buen rollo. Feliz noche de San Juan.
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