LNC Cofrade: Vera Cruz centenaria

La hoy conocida como Virgen de la Vera Cruz fue adquirida por Minerva en 1923

Xuasús González
04/03/2023
 Actualizado a 04/03/2023
| PEPE GRACIA (ARCHIVO DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE LEÓN)
| PEPE GRACIA (ARCHIVO DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE LEÓN)
Hace ahora cien años, en 1923, incrementaba la Cofradía de Minerva su patrimonio con una nueva imagen –lo ha estudiado, entre otros, Eduardo Álvarez Aller–, adquirida en los Talleres de Arte Cristiano de Olot (Girona) –su anagrama es visible en la parte posterior de la efigie–: una Piedad, de serie, cuyo modelo se debe al escultor Miguel Blay Fábregas, realizada en una pasta mezcla de madera, cartón y otros materiales, policromada en tonos pastel y con ojos de cristal.

La talla procesionó desde entonces –y hasta 1937– en el Santo Entierro de los años impares y, posteriormente, en la desaparecida Penitencial de Mujeres en la que, aun organizada por la Junta Mayor, desempeñaba Minerva un papel destacado. Y, ya en 2008, bajo su actual advocación –Nuestra Señora de la Vera Cruz– y habiendo sido restaurada el año anterior por Agustín Rilova Simón, fue recuperada para la Procesión de la Amargura, ocupando el lugar de la Virgen del paso del Descendimiento al decidir Minerva que esta ya no saldría más a la calle en solitario.

Para la historia queda que, en 1938 –en plena Guerra Civil–, la imagen procesionó –como también la Urna y la Soledad, junto con una nutrida representación de Minerva– en el Santo Entierro de Gijón. Cuenta el historiador asturiano Miguel Dongil y Sánchez que, en el contexto de la sublevación, en la madrugada del 24 de agosto de 1936 fueron incendiadas las iglesias de la localidad asturiana, incluida la de San Pedro Apóstol, en donde se encontraban las imágenes que allí procesionaban, que no se salvaron. Y, más de año y medio después, el Ayuntamiento de Gijón solicitó colaboración a la Cofradía de Minerva que, ese año, por ser par, no organizaba procesión. El acuerdo entre penitencial –era su abad Ángel Suárez Ema– y consistorio –con Manuel García Rodríguez, teniente de alcalde, como máxima autoridad– quedó formalizado ante notario el 12 de abril de 1938 en la capital leonesa, y ese mismo día, Martes Santo, fueron trasladadas las imágenes –en ambulancia, dicho sea de paso– a Gijón, de donde regresaron –en la misma ambulancia– en la tarde del Sábado Santo.

Para conmemorar el centenario de la imagen, en la eucaristía que tendrá lugar este domingo a la una de la tarde en la parroquia de San Martín –sede canónica de Minerva–, y con la efigie en el templo, se bendecirá e impondrá un corbatín a la bandera del paso.

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