LNC Cofrade: Un trono emblemático

El realizado por Víctor de los Ríos para la Virgen de las Angustias ha cumplido 75 años

Carlos García Rioja
29/04/2023
 Actualizado a 29/04/2023
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No es el más antiguo de nuestra Semana Santa, el primero en encargarse, ni tampoco en salir del taller del escultor cántabro para nuestras procesiones. Sin embargo, el trono de la Virgen de las Angustias, con tres cuartos de siglo a sus espaldas, es uno de los más emblemáticos de León.

Pasada la Semana Santa de 1947, la Cofradía de Angustias "factura por ferrocarril" hacia el estudio madrileño de Víctor de los Ríos el Santo Cristo para su restauración, acompañado de un triple encargo: tronos para esta imagen –además de su Cruz– y para las titulares de la congregación. Todo ello con dos premisas: "decoraciones en fondos oscuros (…) o en oro viejo" y un presupuesto máximo de 25.000 pesetas.

Hasta los primeros días de 1948 se posterga la concreción de los trabajos, cuando buena parte de estos ya están finalizados, "con el consiguiente disgusto" del artista, al comprobar que el importe final duplica la disponibilidad de las arcas cofrades. Se había realizado todo, excepto lo solicitado para la Soledad.

El imaginero le ofrece entonces a Angustias la posibilidad de dejar alguno de los encargos, descartándolo por completo su entonces abad, Andrés Garrido Posadilla. Gracias a él, con el apoyo de su junta de seises, aquel año se estrenaron los tronos del Santo Cristo –posteriormente de la Soledad y hoy en el Yacente, tras periodos sin uso– y de la Virgen de las Angustias, una "espléndida carroza renacimiento italiano, dorada y cruz tallada al estilo", como la describió De los Ríos, cifrando su hechura en 32.500 pesetas.

El trono, que ha sido objeto de varias modificaciones, conserva su esencia original, de la misma forma que sucede con la sección circular de su parrilla, la única de la penitencial. Así, Luis Estrada lo amplía en 1982, siendo restaurado una década más tarde en la Escuela de Oficios de Madrid, incorporando un bajo trono de terciopelo negro para ensalzar la obra. Este sería sustituido en 2007 por el tallado en madera de nogal por Felipe Fernández Pérez, siendo dorado todo el conjunto tres años más tarde en los talleres de Dorrego, en Arganda del Rey (Madrid), llegando a nuestros días sin apenas cambios y una óptima conservación.

Se trata también del paso con mayor presencia en nuestra Semana Santa pues, además de cada Viernes Santo par desde 1948, procesiona el Lunes Santo desde 1986 y, al día siguiente, desde 1993.
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