LM formará en Ponferrada a 50 personas cada año para su bolsa de empleo

La factoría LM Wind Power de Ponferrada, que pertenece a la empresa General Electric y ubicada en el polígono industrial de Santo Tomás de las Ollas da un paso más en su interés por resolver la falta de formación específica en el sector que ha denotado en los últimos años abriendo las puertas al primer curso de ‘Fabricación de palas eólicas en entornos industriales avanzados’ que comienza este 4 de junio y que en tandas de cuatro semanas (160 horas teóricas y prácticas) irán formando a personas de todos los perfiles hasta completar el medio centenar a lo largo de cada año.

La intención es formar a personas de manera gratuita y sin remuneración con el fin de que pasen a formar parte de una bolsa de empleo para la fábrica. La formación no dará paso al empleo de forma directa, pero sí será una manera de contar con personas formadas para acceder al empleo de manera directa. Según el director de la empresa en fábrica en Ponferrada, Francisco Vega, en este momento la contratación está estabilizada “a medio y corto plazo”, pero sí asegura que a lo largo del año hay momentos puntuales en los que la fábrica requiere personal “para cubrir bajas” por ejemplo.

Desde que se ponga en marcha este curso, será la vía más importante para acceder al empleo en la fábrica. Para iniciarlo, LM ha contado con la ayuda del Imfe y de sus propios departamentos de recursos humanos. De hecho, esta formación se impartirá en el Centro de Excelencia, dentro de la fábrica, que cuenta con dos aulas para las clases teóricas y una más para las prácticas. Cinco personas a tiempo completo conforman la plantilla que ofrece los cursos (un ingeniero y cuatro formadores) que estarán dentro de este nuevo proyecto.

De inicio, la primera tanda de alumnos estará formada por 16 personas, el 90% demandante de empleo. Serán nueve hombres y siete mujeres con una media de edad de unos 37 años “aunque habrá personas de más de 50 y de menos de 25”, apuntó Vega. En cuanto a su perfil de formación será tan variado como desde las personas que cuentan con máster en Industria Eólica hasta otros alumnos que solo poseen estudios básicos. Todos se formarán en materias como gestión de calidad y digital, fabricación de palas y métodos de formación avanzados entre otras cosas.

Vega asegura que esa formación incrementa la iniciada con la puesta en marcha en el Centro de Excelencia para formar a trabajadores, una idea que se gestó hace un trienio y que ha conseguido que pasen por él la mayor parte de los 750 empleados con los que cuenta en la actualidad y ha ofrecido más de 1.800 horas de formación específica a lo largo de 2017. Incluso trabajadores de una planta con la que empresa cuenta en Turquía han pasado por el centro, que también recibirá a los de la planta que próximamente tendrá General Electric en Francia.

Eso no quiere decir, aclara Vega, que la central ponferradina se convierta en el centro de formación de la firma, pero sí pone de manifiesto su preocupación por contar con personal formado, por un lado pero también su compromiso con el desarrollo de la zona, ya que, esa formación también contribuirá “a incrementar la empleabilidad” de los alumnos.
“Es un avance significativo para la fábrica”, dice Vega, y un proyecto pionero en cuanto a formación “que nos permite crecer en competitividad y contribuir a formar en el sector”.

Los perfiles que más se solicitan tienen que ver con manejos manuales, como mecánica o patronajes, pero Vega anima a cualquier tipo de perfil a apuntarse a esa formación. Para acceder a los cursos, los interesados pueden apuntarse en la web de la compañía, pero también llegarán desde proyectos como el Programa Tierras Mineras de la Junta, el Proyecto Joven, Once Inserción o el Programa de Empleo para la Mujer. El coste para LM de esta formación no está cuantificado, según Vega, puesto que entra en su presupuesto global dedicado a formación.

Por primera vez en ocho años, LM verá sus palas eólicas instaladas en nuestro país. Es un salto al mercado interior, porque durante los últimos tiempos, el 90% de sus encargos se activaban desde fuera de las fronteras españolas. Vega asegura que en estos momentos sigue creciendo el mercado mundial eólico, el más notable, aunque las líneas de producción de la fábrica ponferradina “se mantienen estables” y no hay proyectos de crecimiento para ellas. La planta de Ponferrada ha producido, a lo largo de su historia en la comarca, más de 20.000 palas eólicas de 31 tipos distintos, y se ha convertido en un referente industrial y motor económico para la zona.