Llevará vino pero lo recetan

Cuando Cuatropadres llamó a casa para decir que había «perdido el tren de hoy y el de mañana» y que no le esperaran pasado había caído una ‘farraspadina’ todavía más pequeña que la de ayer, que para los telediarios es nevada y para los sedientos una disculpa para poder pedir un ‘fervido’, que visto a cara de perro no es más que vino blanco caliente con azúcar pero visto desde un punto de vista ‘trénicamente’ médico es lo que siempre se recetó para ir a los bares cuando empieza a nevar. Entras, te averas en la barra mirando para la puerta para comprobar que nieva y con desplicencia dices, «un ‘fervido’, que nieva».

– Pero, ¿no te había quitado el vino el médico?; te preguntan con buenas dosis de mala leche.

– ¿Y qué tiene que ver el médico, ni el vino con esto? si precisamente esto es una receta, de las de toda la vida.

Y no le falta razón. ¿Qué lleva vino? No me aparto, pero es una receta, que vete tu a saber lo que llevaría el Piramidón, que de la noche a la mañana fueron y lo quitaron, con los buenísimo que era para todo. «Hasta para la matriz baja», decía el añorado Sidoro, el del Bar Casa Isidoro, que además lo razonaba. «Cuántas veces fui yo al Mambisín, por no andar molestando al médico, y sacaba un Piramidón del bolso y al cuarto de hora es como si fuera la Purga de Benito».

– Pero, ¿para la matriz?

– Para lo que más, si la tienes baja, que de otra cosa, la verdad, yo no sé.

Vuelvo al ‘suco’, que ‘esnorté’ otro domingo más. Que lo importante es tener una buena disculpa. Cuando Perrona llevó una vaca a la Feria del Pilar y perdió el coche de línea de vuelta de cuatro semanas lo quería matar padre pero ya dijo él: «Y de gracias que vine yo, que la vaca estaba tuberculosa y la quemaron, y me querían quemar a mí por si me había contaminado». Coño, claro.