Llámale dicotomía

El día que supimos a ciencia cierta que el primer mandamiento de la filosofía rural incuestionable de que «una cosa piensa el borracho y otra el cantinero»para la parte de abajo de la presa del pantano que no hicieron le llaman dicotomía estuvo a punto de prepararse una tremolina con visos de fregao que casi tiene que intervenir la pareja de laGuardia Civil de tricornio, que es cosa mayor, que diría tío Mariano cuando se recuperó de la emoción que le produjo ver un campo dealcachofas.

Viene la cosa a cuento de que en Semana Santa también es tiempo de mucha dicotomía de esas de que una cosa piensa el borracho... o llevado a la ruralidad más rural una cosa piensa el lugareño y otra el veraneante, que como todavía no es verano no se si técnicamente se llaman así pero tienen pinta de ello cuando se averan en la barra del bar con ganas de escuchar las reflexiones del lugareño con el evidente propósito de explicarle que está muy equivocado. Es más, le ponen ejemplos que descuadran a dios: «Mira, no todo es lo que parece, os habéis acostumbrado a mirar en el internet y así os va. Hoy mismo, para mi colaboración en una revista especializada escribí maragatos y el corrector se empeñaba en cambiarlo a amargados. Si le llegó a hacer caso fíjate qué problema con los de Astorga».

– No viene a cuento, pero él lo tenía que decir; dijo el cantinero y ya se calentó la dicotomía.

Entonces un leído de la parte de 'p’acá', que los hay, sacó el su argumentario al revés. Resulta que había visto, también en el internet, que en una exhumación en Grado, del concejo de Grao, apareció una goma de madreña con los clavos y todo. «Entonces dije yo, sólo faltan los tarucos» y el corrector se empeñó en llamarles los tarugos. «Imagínate si no me doy cuenta la dicotomía que se prepara en Grao».

La cosa se iba encauzando cuando entró en materia el corral de las gallinas, que unos las quieren para 'güevos', otros porque son una bella estampa rural y a otros les molesta el gallo porque canta muy temprano.

– Eso ya sería una tricotomía.

Y el cantinero cerró el bar. Por listos.