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Listas y cambios

09/01/2022
 Actualizado a 09/01/2022
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Ya se van conociendo los nominados por la provincia de León para las elecciones autonómicas del 13 de febrero. Y ya comienzan, a la vez, los comentarios tendenciosos y las habladurías perversas sobre los candidatos. Los dimes y diretes. El guirigay de siempre. El barullo. Algo consustancial si de política se trata.

En el Partido Popular ese guirigay estaba apaciguado de antemano. O, al menos, en cuanto a la apertura de candidatura. Era un secreto a voces. El magistrado en excedencia, Juan Carlos Suárez-Quiñones (y Fernández) sería la foto del cartel. Y se apostaba por ello. De confirmarse el propósito, nadie, en el partido, se atrevería a ponerle un pero. Ni un sin embargo. Si el actual consejero de Fomento aceptaba el envite, carpetazo. Y lo aceptó. Y todos de acuerdo. Hasta los grupúsculos más recalcitrantes y escorados. Incluso, aquellos que dan una de cal y otra de arena, algo que en el PP leonés, por herencia insana, ha sido muy habitual en los últimos tiempos. En la organización local conocen las capacidades y cualificación de Suárez-Quiñones. Y también en Valladolid y en Madrid. Un valor constantemente en alza.

La chinita en el zapato –ya expulsada del calzado– surgió al conocerse el cuarto nombre de la papeleta, un bodeguero berciano que, sin rubor alguno, ha tenido la habilidad de ser del último que llega. Y nunca le ha fallado el olfato. Es un lince. El mismo personaje que oteó, cual centella, quién se iba a hacer con las riendas del partido el pasado mes de julio, y dejó tirado en el barro a quien había comprometido para batallar contra Javier Santiago Vélez, el gran vencedor del congreso provincial. Y naturalmente, se alineó con él. Nos ha jodido. El recambio del viticultor lo hallaron en el casi seguro candidato a la alcaldía de León en 2023, el joven David Fernández. El objetivo es darle la visibilidad pública que ahora no tiene. Va de número tres. Y la tendrá si los medios de comunicación quieren. Simple. Y eso es otra cosa. Pregúntese a la gente por los nombres de los procuradores leoneses hasta la fecha. Pues eso.

A la UPL, por su parte, le ha venido de perlas la renuncia de Valentín Martínez, el regidor de Villaturiel y secretario de organización del sindicato agrario UGAL –el del ‘leonesista’ Matías Llorente, para centrar las cosas– a acompañar, como número dos, al ‘líder’ Luis Mariano Santos. El numeral lo cubrirá la alcaldesa de Santa María del Páramo, Alicia Gallego, que, muy eficaz, tiene un tirón incontestable en su zona de influencia. Se ha sabido ganar la confianza de los parameses. Y, asimismo, la de la militancia, que no es poco. Le adorna una inalterable constancia. Santos, ahora, dormirá más tranquilito. Seguro que sí.
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