Liberados e impresionados por las luchas tradicionales

Un evento de lucha tradicional, con presencia de la leonesa, rememoró el pasado fin de semana en Serres (Grecia) la historia del héroe popular Nikolaras

Antonio Barreñada
24/09/2021
 Actualizado a 24/09/2021
Fue parte de la primera jornada de un encuentro organizado en el desarrollo del proyecto TRAWECU del programa Erasmus+. | ANTONIO BARREÑADA
Fue parte de la primera jornada de un encuentro organizado en el desarrollo del proyecto TRAWECU del programa Erasmus+. | ANTONIO BARREÑADA
Este de 2021 será año de los de no olvidar, por tantas razones… alguna hasta no mala. Doscientos se cumplen de una revuelta que fue revolución con la que el pueblo griego se puso en pie frente al dominio otomano, aquella que llamó la atención y el compromiso de románticos como Lord Byron, y de la que llamativas imágenes se exponen en estos días en las calles de Serres, en la Macedonia central.

Menos que de George Gordon Byron, fallecido entre el fuego y los sables a causa de fiebres malignas, se ha escrito de Nikolaras, quien antes de aquel alzamiento de 1821, en Psara, pequeña isla de pescadores, se erigió en héroe popular… sin tomar un arma, pero luchando.

Cuenta la narración oral (estas cosas que se empeñan en conservar los benditos griegos) que había un comandante turco (mustasarif) que se jactaba de tener un pehlivan (es decir, un luchador) al que nadie podía derrotar. Se vieron ofendidos los psarianos y llamaron a Nikolaras para enfrentarse al turco. Pese al aceite sobre el cuerpo desnudo, Nikolaras se aferró con sus enormes manos al rival y lo golpeó como si fuera un pulpo, hasta dejarlo ‘blando’.

Tiempo después una delegación de Psara había ido a la ciudad para rogar al sultán que liberara a algunos de sus compatriotas que estaban detenidos. Nikolaras también estaba en la misión. Dicen quienes te lo cuentan que tan pronto como el sultán lo vio, gritó: «Wow wow! Ne pehlivan var! Es decir, «wow, qué luchador es. Maldita sea». Aseguró a los psarianos que daría la libertad a los rehenes si Nikolaras derrotaba a su propio pechlivan, un coloso negro. Venció, y el Sultán cumplió, liberó a los cautivos.

La historia de Nikolaras se ponía en escena el pasado fin de semana en el ‘Theatraki’ de Serres, con el relato de un actor aficionado conduciendo un evento que rememoraba la lucha tradicional durante la ocupación turca. Tras ello vendrían combates protagonizados por integrantes de todas las edades de escuelas locales. Y en el centro, en el corazón del acto, un homenaje a luchadores históricos, leyendas vivas tan grandes como Nikolaras, como el bash pehlivan (campeón de campeones) Vassilis Tzavaras, a quien uno tuvo el inmenso honor de abrazar, de estrechar apretón de manos que recordaba los del nuestro Flavio, igual que era recuerdo lo que de él te contaban, de su vida y hazañas, de otros de nuestros míticos, como Felipe… Casi tres mil kilómetros de distancia, y aquel anfiteatro era corro. Por si hiciera falta más lazo con el que unir, finalizando la lucha, las almas de todo aquel buen hacer, Christos Gatsios y Babis Elisiadis alzaban, tras sus pehlivanes, cinto leonés.

Todo formaba parte de la primera jornada de un encuentro organizado en el desarrollo del proyecto TRAWECU del programa Erasmus+ Sport de la Unión Europea, en el que participa como socio la Universidad de León. Segunda cita presencial (después de las telemáticas obligadas por la Pandemia), en la que se continuaba lo ya hecho en la serbia Šabac a comienzos del verano, que tendrá nueva convocatoria en primavera en Bretaña y que se completará de nuevo en Macedonia con un gran encuentro de las luchas tradicionales de los países/regiones integrantes del proyecto prevista para septiembre del 2022.

Junto con lo descrito, encuentros con autoridades locales, en la alcaldía o la gobernación de la unidad regional, mesas redondas y conferencias, así como visitas sobre el terreno a los gimnasios y palestras (Club Kala Dentra, Club Diogenis, municipalidad de Skotousa …) donde se defiende y promueve la «paradosiqui pali» (lucha tradicional), con aporte fundamental aquí (nunca mejor dicho) desde las olímpicas, así como a espacios de interés como el del Lago kerkini, parque nacional, integraban una agenda puesta en marcha con el objetivo que describe y define al proyecto: las luchas tradicionales como recurso para el desarrollo de comunidades a través de un turismo sostenible.

«Impresionado por la lucha tradicional» era el titular de un medio de la prensa local (Anexartitos) en su noticia del 19 de septiembre sobre lo disfrutado en el Theatraki de Serres. La mejor impresión que queda y se incrementa es la de que compartimos, en geografías distantes, sentimientos, valores, cultura, patrimonio, lucha… que nos aúna. Que esas ricas variedades de nuestras luchas tradicionales son, entre otras muchas cosas, inmensa posibilidad para no caer en el abandono, para liberarse de tantas opresiones, y enriquecer a nuestros pueblos y gentes, en todos los sentidos. Tal vez hasta podamos hacerlo llegar a una reunión internacional de agencias de turismo que en próximas fechas acogerá este León nuestro.
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