Leyendas, desayuno y mucho público en Cistierna

León despidió este sábado al pelotón de la Vuelta Ciclista a España después de ser protagonista en dos de las jornadas más destacadas y seguidas de la ronda. Tras la subida de la Camperona, donde cerca de 10.000 personas se dieron cita, muchos de los equipos pernoctaron en la capital y por la mañana pusieron rumbo a Cistierna, de donde salió la etapa que tenía como punto y final Les Praeres.

La localidad de la Montaña Central leonesa, como hace dos años, volvió a ver salir al pelotón, y lo hizo con una gran respuesta del público, que se volcó con la carrera y agasajó a los corredores, siendo muchos los que desde más de una hora antes de que saliera la prueba habían acudido ya a intentar ver a los corredores, mucho más accesibles en estas circunstancias que en las llegadas para hacerse fotografías con ellos.

Lo hicieron con el estómago lleno, puesto que dos horas antes Carrefour había repartido 2.000 desayunos gratuitos, y con invitados inesperados que animaron aún más la salida.

Porque en Cistierna se dieron cita el atleta Mariano Haro, atleta que quizá haya sido el mejor mediofondista español de la historia, y el mítico Miguel Indurain, el ciclista más laureado del país.

Dos leyendas que dieron lustre a una etapa que, tras salir de Cistierna, transcurrió durante casi dos horas por León, pasando entre otras localidades por Sabero, Boñar y Puebla de Lillo antes de adentrarse en Asturias por el Puerto de San Isidro.