Leyenda de La Quebrantada

La Quebrantada de Vegas del Condado es uno de esos parajes que a su propio encanto une el de albergar leyendas, como la famosa del Molino de la Griega, e historia, como la extracción del oro por el sistema ‘ruina montium’

José Vicente A. de la Cruz
16/02/2021
 Actualizado a 16/02/2021
Uno de los lugares mágicos, donde uno puede transportarse a un pasado milenario es el paraje de la Quebrantada en Vegas del Condado. | JOSÉ VICENTE A. DE LA CRUZ
Uno de los lugares mágicos, donde uno puede transportarse a un pasado milenario es el paraje de la Quebrantada en Vegas del Condado. | JOSÉ VICENTE A. DE LA CRUZ
El mito vive en León. Vive en la memoria de muchos hombres y mujeres de nuestros pueblos, que son guardianes de un patrimonio de incalculable valor. Dos mil años son como unos pocos minutos en las tierras leonesas.

Uno de los lugares mágicos, donde uno puede transportarse a un pasado milenario es el paraje de "La Quebrantada" en Vegas del Condado. Se trata de una cárcava que se abre abruptamente en los montes poblados de robles que discurren paralelos al río Porma. Aparentemente, parece un paisaje natural, pero son el hogar de una leyenda que incluye la acción de la mano del ser humano.

Aquel que quiera disfrutar de una agradable subida por una pista forestal y llegar a la cima, podrá disfrutar de unas imponentes vistas de la vega del Porma y de la monumentalidad de la cruz erigida en 1983. Una vez al año, el pueblo organiza una romería para subir hasta allí. Pero el lugar es mucho más. Es el escenario de la minería romana del oro y es uno de los orígenes de la "Leyenda del Molín de la Griega".

La “Quebrantada” fue un ejemplo de la modalidad de minería llamada "ruina montium". La "ruina montium" consistía en desviar un curso de agua, "inyectarlo" en una montaña, provocar su desmoronamiento y cribar sus restos para obtener el mineral de oro. El P.  César Morán Bardón señaló como en la "Quebrantada" se percibe todavía la destrucción de la cima para fines mineros. Hay además testimonios orales de la presencia en el pasado reciente de canales y fortificaciones. De éstas últimas, no se sabe qué origen podrían tener. Podría tratarse de algún destacamento romano de pequeño tamaño. Tal vez incluso puedan ser restos más antiguos de un castro astur (basándose en la raíz céltica "briga" – griega, por la leyenda).

A pocos kilómetros está la fuente de agua que utilizarían los romanos para hacer fluir el preciado metal ladera abajo. Obtener el agua del Porma hubiera sido dificilísimo, ya que habría que haberla elevado con un desnivel extremo. La fuente para obtener el líquido elemento es la Laguna de Rabilán, Remillán o Resmilán, que con esos tres nombres ha sido llamada. Son unas pequeñas "Médulas" a tiro de piedra de León.

Mencionábamos antes la "Leyenda del Molín (molino, en lengua leonesa) la Griega". Es una leyenda que comparten varios pueblos de León como Villarroquel, Valdecastro, Castro del Condado, Vegas del Condado, Cuadros y Murias de Ponjos, entre otros. El mito fue recogido por el propio Morán y estudiado exhaustivamente por Eutimio Martino, quien señaló cómo se repetía por muchas comarcas leonesas (de las Omañas al Porma, pasando por la Cepeda y la ribera del Bernesga).

 La leyenda contada por el P. Morán decía así:

«Una mujer, griega de nación, llegó a un pueblo y construyó un molino en un alto, pese a que todos le hicieron ver lo dificultoso de su propósito. […] Cuenta la tradición que al decir la Griega "mañana muele el molino" la reconvinieron con esta cristiana frase "si Dios quiere", a lo que ella contestó:

"Que quiera Dios que no quiera, ha de moler el molino de la Griega"; y en el momento de la inauguración de la presa, molino y dependencias, todo quedó destruido como si los mismos diablos hubieran salido del profundo para acabar con aquellos ingenios de la industria humana».

El mito, que quiere mostrar, muy en la línea de la mentalidad del mundo rural, cómo el desafiar los límites de Dios y de la comunidad lleva al desastre. Está presente en el folclore y en la toponimia de muchos pueblos. De hecho, José Luis Puerto, en un gran trabajo etnográfico de 2002 recogía la leyenda de labios de paisanos nuestros de diversas localidades,  como Otilio Mayo García, que contaba entonces 79 años, de Palaciosmil (Quintana del Castillo); Julián Mayo Mayo, de 65 años también de Palaciosmil; Mabel Suárez Fernández, 58 años, de Villarroquel; Dolores Labrador Pérez, entonces con79 años, de Rioseco de Tapia; M.ª Esther Fernández Robles, de 63 años, de San Vicente del Condado;   José Antonio Martínez Llamazares, 41 años, de Villamoros de Mansilla, entre otros muchos.

Estos testimonios, auténticos tesoros que nuestros mayores custodian, son una riqueza que hay que conservar y difundir. En estos tiempos de pandemia, en el que no se puede viajar a lugares lejanos, nos queda la posibilidad de viajar en el tiempo a través de los mitos leoneses que atesoran nuestras gentes.
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