Leonesismo como arma

Demasiado tarde pero, ayer, por fin llegó el sentido común al Ayuntamiento de Valladolid. Ni siquiera su alcalde, habitual incendiario de los debates inútiles y de las redes sociales, se quiso sumar a la propuesta del PP de lo que en un principio iba a ser una reprobación contra el alcalde de León por sus críticas al regidor pucelano y más tarde se quedó simplemente en una crítica. Ni aún así consiguió los apoyos necesarios para salir adelante, a pesar de todas las contradicciones e intereses personales que hay en el asunto. De las muchas contradicciones que hay en el asunto la que más destacó ayer fue que De Santiago Juárez, el que fuera portavoz de la Junta y hoy del Grupo Popular en el consistorio vallisoletano, quiso salir al paso de las críticas acusando a Diez de faltar al respeto a los vallisoletanos y, luego, fue él quien insultó, acusando al alcalde leonés de «tener pocas luces», con argumentos tan de ‘peso’ como que «lo único bueno que tiene es que se llama como yo». Es de suponer que alguien le reiría las presuntas gracias. En cualquier caso, a quien al final se falta al respeto con todo esto es a los leoneses que en su día tuvieron razones históricas y presentes para haber formado parte de otra comunidad autónoma distinta a la actual y hoy tienen que ver cómo los políticos utilizan su pasado para sus debates estériles que les distancian cada vez más de la realidad.