Leonesismo a punta de navaja

Sin pretender desmerecer a otros muchos rincones con encanto, Sevilla es uno de los lugares que más me gustan de Andalucía. Y su Plaza de España, enclavado en el parque de María Luisa, es uno de los monumentos que más me han llamado la atención por el espectacular conjunto que supone con la cerámica como protagonista, por su vocación para lograr convertirse hace un siglo en una pequeña enciclopedia gráfica de España al aire libre y porque es uno de esos sitios a los que puedes ir un millón de veces y siempre vas a descubrir un detalle distinto.

Más allá de la costumbre –convertida luego en postureo alimentado por el auge de las redes sociales– el rito que supone localizar el banco de nuestra provincia, contemplarlo y hacernos una foto, es pasear por la piel de toro a través de los escudos provinciales, los mapas para situar cada territorio y un paño de azulejo pisano con hechos históricos destacados de esa jurisdicción. Y hay auténticas obras de arte que convierten la plaza en un lugar precioso y de visita obligada en la capital hispalense.

Es lo que debió de pensar un turista leonés que visitó Sevilla hace unos días y se convirtió en noticia primero allí y luego aquí por su intención de «dar una lección histórica a los sevillanos» después de colgar en la red unas imágenes donde se ve la escena de Alfonso VII [de León] al ser proclamado emperador en el mural de cerámica. El asunto en cuestión, que más que una anécdota puede o debería ser considerado como un delito de atentado contra el patrimonio, surgió al ver que esa clase de historia iba acompañada de unos rayones a punta de navaja o lo que fuera en la palabra ‘Castilla’ y al lado escrita la palabra ‘León’ por el mismo procedimiento.

No dudo del amor por nuestra provincia ni del leonesismo de este individuo que pretendía hacer ver que Castilla y León son dos cosas diferentes y que un siglo lleva pintado el error en Sevilla, más que en algunos libros de texto, pero llevar el independentismo más irracional y el provincianismo más absurdo a estos extremos, como los que se dedican a pintar señales y letreros tapando castillos, creo que es algo que le hace bastante daño al sentimiento leonesista.