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León y San Andrés del Rabanedo

28/07/2022
 Actualizado a 28/07/2022
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Una de las disfunciones que sufren los habitantes del Área Metropolitana de León es la progresiva degradación de San Andrés del Rabanedo. Es el tercer municipio de la provincia, con 30.160 habitantes a enero de 2021, pero pierde población desde 2013. Su deuda municipal, a pesar del plan de saneamiento, es de 52 millones de euros, que suma más del doble de su presupuesto anual, unos 21 millones. El Ayuntamiento experimenta frecuentes problemas de liquidez, que incluso retrasan el pago de nóminas municipales.

Su plan de ordenación urbana está descoordinado con el de León, pese a compartir calles y a su continuidad urbana con la capital. La posible prolongación de avenidas de León se estrella contra San Andrés en el Palacio de exposiciones o en Pinilla. Tampoco cuidó ni valorizó su patrimonio cultural, como los molinos, ni abre el Edificio Araú, 8 años tras su finalización. Cada vez se aprecian más edificios vacíos y bajos comerciales en alquiler. La descapitalización urbana pone en duda la viabilidad del municipio en la coyuntura actual.

La solución lógica parece fusionarlo –tal vez excluyendo El Ferral por sus características rurales– con el de León. Está en boca de todos, pero nadie se atreve a decirlo públicamente. Manteniendo las juntas vecinales de cada núcleo de población, se preservaría el interés de todos.

La nueva municipalidad y sus ciudadanos acumularían ventajas. Según la ley de sostenibilidad de las administraciones públicas (27/2013), aprobada durante el gobierno de Rajoy, parte de la deuda sería absorbida por el gobierno central. La ordenación urbana quedaría armonizada y San Andrés podría mejorar sustancialmente sus comunicaciones con León, lugar al que acuden continuamente la mayoría de sus habitantes para el trabajo y el ocio.

El Ayuntamiento capitalino integraría Trobajo del Camino, San Andrés del Rabanedo y Villabalter como pedanías, con su junta vecinal, a las que dotaría de instalaciones deportivas y culturales, integradas dentro de la red de León ciudad. Los pisos en San Andrés valdrían más inmediatamente, tanto para la venta como para el alquiler, pues no se valoraría igual una propiedad en León que en el actual San Andrés. León mejoraría su entorno cambiando la trayectoria suburbial que adoptan hoy algunas áreas de San Andrés. Los censados en allí tendrían mejores servicios y un mejor entorno ciudadano.

La capacidad reivindicativa de una ciudad de 150.000 habitantes es superior a la de una de 120.000, los que León tiene ahora. Eso ayudaría a dar voz y consolidar la realidad: que León y San Andrés son uno, con dos estructuras administrativas injustificadas en la actualidad.
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