León y Ponferrada, cara y cruz del saldo migratorio provincial

La capital cuenta con el balance más positivo en las variaciones residenciales y los bercianos registran el peor de los 211 municipios

Víctor S. Vélez
26/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
La provincia leonesa presenta el primer saldo migratorio positivo desde el año 2011. | SAÚL ARÉN
La provincia leonesa presenta el primer saldo migratorio positivo desde el año 2011. | SAÚL ARÉN
En las estaciones de León llegan más maletas de las que se van, mientras que en Ponferrada parten como en ningún otro punto de la provincia. Al menos eso se deduce de los datos publicados a primeros de julio por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre las variaciones residenciales correspondientes al año 2018.

La capital leonesa cuenta con el saldo migratorio (diferencia entre migraciones e inmigraciones con cambio de residencia en el padrón municipal) más positivo de toda la provincia. Un balance de 304 que sale de un total de 5.569 altas y 5.265 personas que cambiaron a otro lugar de residencia. La inmigración extranjera es la que se esconde detrás de este segundo saldo migratorio positivo consecutivo en la ciudad de León. Los 587 internacionales que llegaron a la capital más de los que se fueron sirven para mitigar el éxodo de leoneses a otros lugares de España. Junto con la ciudad leonesa, otros 102 municipios de la provincia presentan un saldo migratorio positivo, aunque ninguno supera la centena, siendo La Bañeza y Valencia de Don Juan los otros dos integrantes del podio.

En el otro lado de la balanza aparece la capital berciana cuyo saldo migratorio negativo es de 199 residentes. Una caída en el padrón que supone la mayor de toda la provincia en el capítulo de variaciones residenciales pero que, sin embargo, supone una mejora con respecto a los resultados de Ponferrada en los últimos años. Junto a Ponferrada, los siguientes peores resultados de la provincia los cosechan municipios grandes como Villablino, San Andrés del Rabanedo, Bembibre, La Robla, Toreno o Astorga. En total, 96 ayuntamientos leoneses cuentan con un balance migratorio negativo según el INE.

El primer saldo positivo desde 2011


La capital supone un fiel reflejo de los datos de variaciones residenciales de la provincia. Así, el conjunto de los 211 positivos también logra un saldo migratorio positivo gracias a la llegada de población extranjera.

2.706 personas cambiaron su lugar de residencia de otro país a León, mientras que el camino inverso lo hicieron un total de 1.370 individuos. Una diferencia que sirve para contrarrestar el saldo migratorio negativo que presenta León si solo se tienen en cuenta las variaciones residenciales que se realizaron en el interior del país. 521 leoneses volvieron a su casa después de vivir en el extranjero, mientras que 573 tuvieron que irse a otro país a lo largo del último año.

El saldo migratorio final de la provincia cuenta con un moderado resto de 155 que, no obstante, supone el primer balance positivo en este apartado desde el año 2011. En este intervalo temporal, León había visto irse a cerca de 10.000 residentes más de los que habían llegado, siendo 2015 el peor ejercicio con un resultado de casi 3.000 inscritos menos en los padrones leoneses. Los saldos migratorios más positivos para la provincia se lograron en los años inmediatamente anteriores a la crisis económica, 3.477 en el 2006 y 4.055 en el 2007.

En Castilla y León solo las provincias de Palencia y Zamora cuentan con un saldo migratorio peor que el leonés. En el conjunto de la comunidad llegan 4.862 residentes más de los que se marchan, gracias principalmente al empuje de las provincias de Valladolid y Burgos. Por su parte, el saldo migratorio nacional también es positivo y se traduce en 412.754 inmigrantes que emigrantes. Las comunidades que presentan un mejor balance son Cataluña (96.524) y Madrid (87.386).
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