León y los ocupados: 1981-2022

La Encuesta de Población Activa del tercer trimestre da pie a la explotación de datos de las personas ocupadas en cada provincia. Si bien la EPA no es exacta y ha cambiado de metodología a lo largo del tiempo, no deja de perseguir un dato: cuántas empleos se encuentran en cada provincia. Por esta razón, las variaciones metodológicas no implican gran diferencia en el resultado final de trabajadores ocupados que, finalmente, son los que son.

Los procesos autonómicos se inician de forma efectiva a partir de 1980, por lo que la comparativa de empleo entre 1981 y 2022 da una idea del impacto que las autonomías tuvieron sobre empleo y economía. En este sentido, el reciente debate entre los alcaldes de Valladolid y León sobre si la ciudad del Pisuerga se beneficia de la autonomía y, en cambio, la del Bernesga es perjudicada, queda aclarado. En la EPA del tercer trimestre de 1981 León contaba 188.200 empleados, en tanto que en 2022 registra 187.600, con un decrecimiento del -0,32 %, tercero peor del país. Valladolid contaba en la EPA de 1981 130.000 empleos, pero en 2022 ha alcanzado 221.200, que supone un crecimiento del 70,15 %. De ello se deduce que Óscar Puente miente por ignorancia o a sabiendas, ya que Valladolid es fuertemente beneficiada por la Junta de Castilla y León.

Además, esta cifra demuestra que la Junta incumple el precepto estatutario de equilibrio territorial. No es admisible que una provincia crezca el 70 % en empleo, mientras otra decrece, durante 41 años, y que la institución autonómica no actúe para corregirlo. En la arquitectura institucional de España, las autonomías son el aparato estatal que más fondos administra. En consecuencia, se constata que Castilla y León es una autonomía fallida. Esto justifica la urgencia de un Ente Autonómico Leonés.

Respecto a otras provincias, Orense, pasó de 181.900 a 117.100 empleos y Lugo, de 173.700 a 135.300 empleos siendo las peores del país. Ni Xunta de Galicia, ni partidos nacionales, ni nacionalistas gallegos lo denuncian. Es una muestra de la no gestión del desarrollo en Galicia y del impacto del problema leonés.

Tampoco es casual que Zamora sea la cuarta de España por la cola en esta comparativa. El empleo creció allí el 2,32 %. Se parece a Asturias, con el 3,61 %, que atravesó cinco reconversiones en este periodo. En conclusión, la provincia de León se muestra como una pieza central para la reactivación de los corredores económicos del noroeste: León-Gijón, León-Ponferrada-A Coruña, León-Ponferrada-Vigo y León-Zamora-Salamanca. El equilibrio territorial oeste-este y León-Castilla requiere de la Autonomía de León. Es una prioridad de estado.