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León y el centralismo: 1857-2020

07/01/2021
 Actualizado a 07/01/2021
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El análisis de cómo evolucionó la población leonesa rompe muchos tópicos de uso habitual entre algunos políticos. Una vez tabulados los censos desde 1857 hasta 2020, disponibles en el Instituto Nacional de Estadística, las conclusiones aparecen con claridad.

Un primer mito desmontado es el del peso minorizado de El Bierzo en León. Los antiguos partidos judiciales de Villafranca y Ponferrada siempre han supuesto una cuarta parte de la población (entre el 23% y el 26%). La minería, desarrollada entre 1900 y 1960, ni incrementó su peso ni lo disminuyó, puesto que también existía en el resto de la provincia. El carbón tuvo un impacto en núcleos como Villablino, Fabero, la Pola de Gordón, Cistierna o La Robla, pero no cambió los equilibrios poblacionales en un ala u otra de la provincia, con la excepción de las zonas agrícolas del sureste, que fueron minoradas.

Las poblaciones más beneficiadas por el carbón y las sucesivas revoluciones económicas del siglo XX (ferrocarril, carreteras, mecanización, etc) fueron León y Ponferrada, ambas sin minas en sus municipios, pero con importantes estación de ferrocarril y nudo de carreteras. León multiplicó por 14,7 sus habitantes (de 10080 en 1857 a 147625 en 1991) y la capital berciana creció hasta desplegar 19,3 veces su tamaño (de 3565 a 68767 en 2010). Por tanto, los efectos de la centralización fueron más potentes en Ponferrada que en el resto de la provincia. A eso se añade que actualmente la ciudad tiene su máximo peso poblacional (más del 14% de la provincia), aunque el de León ciudad desciende desde 1991. En realidad, la capital pierde población desde 1991, coincidiendo con el desarrollo de la autonomía. Ponferrada tardó 20 años más en iniciar su pérdida de población, que se concentra en los últimos diez, aunque con menor intensidad que León. El exagerado centralismo de la capital es, en consecuencia, un mito sin fundamento.

La escasa centralización en la ciudad de León es una constante histórica, contrariamente a lo que se dice, si se compara con provincias próximas. En 1857 la provincia de León tenía 341.000 habitantes; eran más censados que Palencia, Zamora, Salamanca, Valladolid, Vizcaya o Santander. Sin embargo, su capital era la más pequeña del entorno. Destaca la exacerbada centralización provincial en las capitales castellanas hoy: Palencia (48,74%) y Valladolid (57,48%). Por el otro lado, se aprecia que la ciudad de León reúne solo el 27.18% de la población o Zamora el 35,75%. La macrocefalia urbana no es una característica del tradicional sistema de poblamiento leonés. La dispersión hacia las cabeceras articula aquí el territorio.
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