La despoblación es uno de esos males que cuando es presente también condiciona el futuro. Por ello, el descenso del número de alumnos que la provincia arrastra desde hace décadas explica la situación demográfica actual de León y la evolución que cabe esperar en los próximos años. En este sentido, como ocurre en otras tantas variables, León también lidera lo que bien podría conocerse como 'despoblación escolar'.Cruzando los datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional relativos al curso 1991/1992 y del pasado año académico, se obtiene que León ha perdido cerca de 30.000 alumnos en estas tres décadas. Concretamente, 29.242 estudiantes del régimen general. Esto supone que la provincia se deje por el camino en torno a un millar de alumnos al año desde hace 30.
Sumando los alumnos de las etapas educativas preuniversitarias vigentes a comienzos de los años 90, Infantil, EGB, BUP y COU, la provincia contaba con 86.563 estudiantes. En el último curso completo, según las estadísticas oficiales, fueron 57.321 los matriculados en el régimen general.
La Consejería de Educación ha informado al comienzo de este curso de un ligero incremento del alumnado Comparando el curso 1991/1992 con el presente, solamente se habrían perdido más estudiantes que en León en Asturias, La Coruña y Pontevedra. No obstante, si se atiende a la evolución de la última década queda patente que la situación es más alarmante porque aún sigue lejos de encauzarse. La pérdida de alumnado se ha estabilizado en territorio asturiano en la última década y prácticamente calca en la actualidad las matrículas del curso 2011/2012. En las dos provincias gallegas que han perdido más escolares que León en las últimas tres décadas el problema se ha corregido y han logrado aumentar sus estudiantes en los últimos diez años. Por su parte, la provincia leonesa continúa sin encontrar solución y en este decenio ha seguido perdiendo más alumnos, concretamente 5.618.
Por tanto, la pérdida de alumnado que se registra en León es la más sostenida del conjunto del país. Aunque en la presentación del actual curso escolar, la Consejería de Educación informó de un ligero incremento del número de estudiantes de régimen general en la provincia, que se situaría por encima de los 58.300, todavía parece pronto para hablar de un cambio de tendencia y que en territorio leonés se comience a encontrar una solución a un problema que, de la mano de la despoblación, se arrastra desde hace décadas.
Valladolid, excepción autonómica
A nivel autonómico, todas las provincias de Castilla y León han perdido alumnos en estos 30 años. Sin embargo, en Valladolid se consiguió revertir la tendencia y ganar cerca de 1.600 alumnos en la última década.
Valladolid es así una excepción dentro de una 'despoblación escolar' que a nivel autonómica lidera de forma indiscutible León. Las otras dos provincias de la Región Leonesa, Salamanca y Zamora, completan respectivamente el podio de mayores descensos cuantitativos en Castilla y León, tanto a diez como a 30 años vista.
Una evolución dispar
Mientras que si se atiende a la variación de estas tres décadas se ve como los territorios del norte de España, más concretamente el noroeste, encabezan la pérdida de estudiantes, al considerar solamente los últimos diez años se advierte un claro cambio tendencia. El norte y el sur de España han seguido una evolución dispar. Aunque siguen sin recuperar el alumnado perdido, las cifras avalan cómo las provincias gallegas han logrado encauzar su elevado descenso de estudiantes. Algo similar ocurre en Asturias que a pesar de haber perdido cerca de 50.000 alumnos en 30 años, la caída es meramente testimonial en los últimos diez. Los peores datos se han alejado, a excepción de León, de estas latitudes para que sean registrados desde 2011/2012 por provincias como Jaén, Las Palmas o Córdoba. Junto a ellas, Ciudad Real, Albacete y Cádiz también habrían experimentado tendencias peores que la leonesa desde entonces.
Las grandes ciudades del país están asumiendo el descenso de las matrículas en provincias como León En el otro extremo de estas clasificaciones, donde se sitúan aquellos territorios que durante este período han ganado alumnos, aparecerían Madrid y Barcelona. El incremento de las matrículas ha sido paralelo al del censo en las grandes ciudades y también ha sido más que evidente en Baleares, Murcia, Málaga, Alicante, Valencia y otras provincias del Mediterráneo.
El descenso del número de niños y niñas en edad escolar es solo una arista más del rompecabezas que es este mal de la despoblación. Sin embargo, es uno de los más desalentadores puesto que es de esta población más joven de quien depende que la situación pueda cambiar en el futuro. Datos como el aportado por la Junta al comienzo de este curso, con un leve incremento de las matrículas en León, dejan ver un poco de luz en el horizonte y dan esperanzas para que León pueda dejar al fin atrás un túnel por el que lleva transitando durante demasiadas décadas.