León registró durante el año pasado más de 16.000 donaciones de sangre

El Centro Regional de Hemoterapia y Hemodonación contabilizó un ligero aumento en la comunidad en 2019

Ical
18/01/2020
 Actualizado a 18/01/2020
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Los castellanos y leoneses realizaron el año pasado un total de 105.690 donaciones de sangre, cifra que supone un incremento del 1,26 por ciento con respecto a 2018, en el que se contabilizaron 104.373 colectas, según el balance aportado por el Centro Regional de Hemoterapia y Hemodonación (Chemcyl).

De la cifra global de donaciones, 34.152 provienen de los puntos fijos establecidos a lo largo de toda la Comunidad, otras 64.919 de las colectas que organizan tanto el Chemcyl como las hermandades de donantes de sangre de la Comunidad, mientras que el resto corresponden a donación de hemoderivados (aféresis de plaquetas y plasmaféresis), según informa en un comunicado, recogido por Ical.

Por provincias, el número de donaciones de sangre registradas en 2019 se situó en Ávila en las 5.676; en Burgos, 20.429; en León, 16.062; en Palencia, 6.304; en Salamanca, 13.731; en Segovia, 6.729; en Soria, 4.914; en Valladolid, 26.678; y en Zamora, 5.167.

Gracias a la solidaridad de los castellanos y leoneses, el Chemcyl puede realizar cada año, “con todas las garantías de seguridad y calidad”, su labor de coordinación y distribución de derivados de la sangre para atender las necesidades diarias de los hospitales de Castilla y León.

La sangre donada se somete a un complejo proceso de separación en tres componentes principales (el denominado fraccionamiento), que son los glóbulos rojos, las plaquetas y el plasma, pues cada uno tiene unas características concretas y sirve para tratar distintos tipos de enfermedades.

Los glóbulosrojos se utilizan sobre todo en operaciones, trasplantes, anemias o hemorragias, mientras que las plaquetas se transfunden a enfermos de cáncer y leucemia, prevención y tratamiento de hemorragias o déficit en plaquetas. Por su parte, el plasma se puede utilizar directamente en transfusión o destinarlo a extraer unas proteínas que se usan para el tratamiento de diversas enfermedades como la hemofilia, hemorragias, quemaduras, enfermedades del riñón, prevención de la enfermedad hemolítica del recién nacido o tratamiento de déficits inmunitarios, entre otros.
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