León reclama una unidad para tratar trastornos alimenticios

El Sacyl atiende unos 50 casos cada año y Apatca alrededor de 60

María Espinosa
23/09/2018
 Actualizado a 17/09/2019
La psicóloga Laura Martín atiende casos de trastornos alimenticios. | SAÚL ARÉN
La psicóloga Laura Martín atiende casos de trastornos alimenticios. | SAÚL ARÉN
En una sociedad donde la obesidad ocupa un lugar principal en las preocupaciones médicas, el culto excesivo al cuerpo sigue presente y cada vez trae consigo más problemas. Valorar en exceso la delgadez extrema, al igual que ser benevolentes con el sobrepeso, tiene como consecuencia el desarrollo de hábitos que ponen en riesgo la salud de los individuos. Los pasados meses de época estival conllevan, entre otras cosas, el uso de menos ropa y más ligera, lo que saca a relucir complejos o inseguridades que existen en muchas personas.

Los trastornos alimentarios pueden ser provocados por conductas de exceso de ingesta o de no consumir el suficiente alimento. Estos problemas pueden derivar en otras enfermedades que afectan a órganos vitales como el corazón o los riñones, por ello, es crucial obtener ayuda a tiempo y poner freno a esta situación.

En León, la Asociación para la Prevención y Ayuda en los Trastornos de la Conducta Alimentaria (Apatca) atiende a una media de 60 casos al año de este tipo de enfermedades. Por otra parte, los atendidos desde el Sacyl son aproximadamente 50. Desde Apatca explican que «hay que tener en cuenta que hay muchos casos que aún no están diagnosticados y también que hay personas enfermas que se tratan fuera de León porque aquí no tenemos una unidad especializada», explican y lamentan.

La psicóloga leonesa Laura Martín Pato se especializó en estos trastornos que los define como «enfermedades mentales graves, que afectan a más de setenta millones de personas en el mundo» y añade que la relación con la comida es solo «la punta del iceberg».

Origen y afectados

Cuando se mencionan trastornos alimenticios se tiende a clasificarlos entre la anorexia y la bulimia, sin embargo, estas enfermedades van más allá de una etiqueta. «Los más conocidos son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa. Sin embargo, lo que se observa en la clínica es que cada vez hay menos cuadros puros, y se producen migraciones de un trastorno a otro: es común ver como una persona con una anorexia nerviosa restrictiva pura acaba desarrollando otros síntomas como los atracones y el vómito autoinducido». En este sentido, Martín afirma que lo importante «es estudiar cada caso de manera individualizada, para así poder dar un tratamiento personalizado», y añade que es más importante que «buscar una etiqueta que ponga nombre a la enfermedad».

Cada vez hay menos cuadros puros ya que se producen migraciones de un trastorno a otro Si bien es cierto que «cualquier persona puede padecer un trastorno de la conducta alimentaria independientemente de su género, edad y clase social», afecta más a «mujeres adolescentes, y preadolescentes, se está observando cómo cada vez aparecen casos a edades más tempranas, llegando a tener casos de niñas de nueve años», explica Laura Martín. Y apunta a que se debe a la «presión social hacia la delgadez y esbeltez que es más fuerte en mujeres». «Además, la adolescencia es un momento importante en nuestro ciclo vital en el que se dan muchos cambios tanto físicos como mentales», apunta la psicóloga leonesa.

A pesar de que las causas son variadas, la psicóloga afirma que «hay una cierta predisposición genética», aunque recalca que «el desarrollo del trastorno dependerá del ambiente en el que crezca la persona».

En cuanto a la temporada veraniega y durante la primavera «debutan nuevos casos y también son frecuentes las recaídas», cuenta la leonesa que añade que se debe a que es la época «en la que nuestro cuerpo está más expuesto». «Ya todos conocemos la temida ‘operación bikini’ con la que se nos bombardea desde los medios e incluso en nuestro entorno. Aún así, están presentes en todas las épocas del año», explica Laura Martín.

Prevención y tratamiento integral

En cuanto a la prevención ante estas enfermedades, debe comenzar «desde la infancia». «Consiste en fomentar una buena autoestima, enseñar unos hábitos de vida saludables en relación con la comida y el ejercicio físico y crear un espíritu crítico ante los cánones de belleza que marca nuestra sociedad actual y los medios de comunicación», estas son las claves, según la psicóloga, para tratar de prevenir estas enfermedades. Además, Laura apunta a que la prevención debe hacerse de forma «indirecta, sin hablar directamente de este tipo de enfermedades, ya que se ha demostrado que puede resultar contraproducente».

El culto al cuerpo de la sociedad es un «factor más que influye en este tipo de trastornos», sin embargo, «los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades multicausales, de ahí radica su complejidad», puntualiza.

Para abordar estos trastornos Laura explica que se debe contar «con una unidad especializada, formada por endocrinos, psicólogos, psiquiatras, nutricionistas y dietistas», y lamenta que «en León no contamos con una unidad así, a pesar de los esfuerzos de Apatca».

La psicoterapia aborda todas las áreas de la vida de la persona afectada, no solo la relación con la comidaUno de los tratamientos que se aplican para estas enfermedades es la psicoterapia que, según la leonesa, «es efectiva, y cuanto antes se inicie el tratamiento habrá un mejor pronóstico». Para realizarla «el profesional debe estar especializado en este tipo de patologías y es importante que el tratamiento sea lo más personalizado posible», afirma. También hace hincapié en que este tratamiento «no solo se centra en la relación con la comida y el peso», sino que «aborda todas las áreas de la vida de la persona afectada», explica.

Entre algunos de los temas más importantes a tratar, la psicóloga habla de «las relaciones sociales y familiares, la gestión de emociones o la baja autoestima», ejemplifica, y añade que hay que tener en cuenta que «el tratamiento en estos casos es complejo y largo en el tiempo, pero son patologías que pueden curarse», declara.
En los últimos años han comenzado a cobrar importancia los movimientos del ‘body positive’, una forma de aceptar cada cuerpo tal y como es. Laura Martín considera que «son beneficiosos en cuanto muestran características del cuerpo humano que hasta ahora habían sido escondidos, criticados y ridiculizados por los medios y la sociedad, como las estrías, o la celulitis» y reitera que es bueno «dar visibilidad a la diversidad de tallas tanto de estatura como de peso». En esta línea también apunta que «no debe caerse en ningún extremo, ya que es tan grave el infrapeso como la obesidad para la salud», finaliza.

Los trastornos en la alimentación son enfermedades que afectan a un gran número de personas, aunque sean más propensas las mujeres adolescentes, los cánones de belleza y las exigencias estéticas que impone la sociedad pueden provocar que cualquiera sea víctima de estos trastornos.
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