León inscribió 1.580 defunciones más que nacimientos en 2018

Se tramitaron 267 expedientes de cambio de nombre o apellidos, o errores en los asientos

I. Herrera
03/06/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Nacer, casarse o morir son algunas de las inscripciones que han de hacerse en el Registro Civil. El asiento del nacimiento otorga una identidad al recién llegado y todo que se anota en esta base de datos única y nacional tiene carácter probatorio, por eso es importante que, si existe algún error, por ejemplo en el nombre, se subsane.

En todos los ayuntamientos existe un registro. En los más pequeños el responsable de la llevanza del mismo es el juez de paz y, en los más grandes, depende de los juzgados. Durante el pasado año 2018, el Registro Civil de León, al que se remiten los datos de todos los municipios que no lo hacen al de Ponferrada, que en la Memoria del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León presenta los datos por separado, se inscribieron 1.525 nacimientos, a los que habría que sumar los 805 registrados en Ponferrada.

De este modo, se abrieron2.230 ‘historias’ que se inician con un nombre, una fecha, una hora, el lugar de nacimiento, el sexo y, en su caso, la filiación del inscrito. Esto no quita que, posteriormente, puedan realizarse modificaciones en aspectos como el nombre, el orden de los apellidos o, incluso, el cambio de sexo. Este tipo de acciones generó un volumen de expedientes de 267 en León el pasado año.

Por cierto, que no vale cualquier nombre para el Registro, pues dice la ley que no podrán consignarse más de dos nombres simples o uno compuesto; no podrán imponerse nombres que sean contrarios a la dignidad de la persona ni los que hagan confusa la identificación, y no podrá imponerse al nacido nombre que ostente uno de sus hermanos con idénticos apellidos, a no ser que hubiera fallecido.

De este modo, por más que se empeñen los progenitores, no podrán llamar a su hijo por ejemplo Caín, Débora Melo o Jack Daniels. Y si no se ponen de acuerdo o no comunican la elección del nombre, será competencia del funcionario escoger uno «uso corriente».

Además, para casarse, los contrayentes tendrán que dar cuenta al Registro Civil, que certificará su capacidad para el matrimonio y tomará nota del mismo. 352 se registraron en León en el último ejercicio –y 205 más en Ponferrada–. Pero además de la boda, se anotan también las separaciones, los divorcios o las capitulaciones, que se recogen como asientos marginales, es decir, sobre los principales, y de éstos hubo en León 376.

La ‘historia’ termina con la defunción, que también tiene que constar en el Registro Civil. 2.602 defunciones se inscribieron en el de León en 2018, y 1.210 en el de Ponferrada, muchas más que nacimientos.

Datos públicos, con excepciones

Pero son más datos los que recoge el Registro. Las adopciones, la emancipación, las desapariciones... y, por regla general, los datos son públicos para cualquiera que los solicite, pero con reservas. El límite está en lo referido a la filiación adoptiva o desconocida; la rectificación del sexo; las causas de privación o suspensión de la patria potestad; al legajo de abortos o los cambios de apellidos autorizados por motivos de violencia de género.
Archivado en
Lo más leído