León conduce a la contra

Mientras a nivel nacional en 2018 se registraron menos accidentes de tráfico con víctimas mortales que en el ejercicio anterior, en la provincia los datos se dispararon con ocho muertos más en la carretera hasta alcanzar los 21

Estas vidas que se escapan por despistes o imprudencias, propias o ajenas, duelen más si cabe que las que no dejan opción alguna de impedirse
04/01/2019
 Actualizado a 16/09/2019
Decía ayer el ministro del Interior que nos hemos acomodado en una «situación de confort, de falsa seguridad» a la hora de ponernos al volante, y si tiene razón y ese el motivo de que el balance del tráfico en la provincia de León deje datos tan trágicos deberíamos volver a encender el piloto de ‘alerta’. 21 vidas se quedaron en las carreteras de la provincia durante el 2018, ocho más que en el ejercicio anterior, un 61,5% más, y todo ello mientras a nivel nacional loq ue hubo fue un descenso, mínimo, pero descenso (del 1,5%). Estas vidas que se escapan por despistes o imprudencias, propias o ajenas, duelen más si cabe que las que no presentan opción alguna de impedirse, por eso está en la mano de todos los que se sientan al volante saber que lo que se traen entre manos son vidas de personas que son hijos, padres, hermanos, abuelos, primos, sobrinos, amigos o vecinos. Para seguir bajando esos datos a nivel nacional y recuperar la senda del descenso de la que se han apartado las cifras de la provincia de León, el Gobierno trabaja en nuevas medidas. Reducir la velocidad en las carreteras secundarias y en las ciudades, perder más puntos por usar el móvil al volante o no llevar puesto el cinturón o regular la circulación de los patinetes eléctricos, tan de moda, son algunas de ellas. Limitaciones, en definitiva, que a juzgar por el número de muertes, tenemos más que merecidas.
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