Secundino Llorente

Latín y griego en horas bajas

11/11/2021
 Actualizado a 11/11/2021
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La cultura clásica, el griego y el latín están pasando por la peor crisis de toda su historia. Se están elaborando los currículos de Educación Secundaria y Bachillerato y se divisa la desaparición de estas tres asignaturas en un futuro próximo. Desde la antigua Ley Moyano de 1857 no había ocurrido nada parecido. El latín y el griego ya no figuran en la enseñanza secundaria y la cultura clásica se verá obligada a compartir el espacio de materias optativas, lo que supondrá que en la mayoría de los centros desaparecerán la cultura clásica, el griego y el latín y diremos adiós al itinerario de Humanidades. Y lo que es peor, empezaremos a ‘perder el norte’ y a ignorar quiénes somos. ¿Cómo entender la sociedad actual sin saber de dónde venimos?

El latín es el origen de las lenguas romances como el portugués, gallego, español, catalán, occitano, francés, valón, el retorromano, italiano, rumano o dálmata. Sin darnos cuenta, al hablar el español, estamos utilizando el latín y el griego que siguen presentes en cientos de prefijos y sufijos que marcan el origen etimológico de la mayoría de las palabras que empleamos en la vida diaria. La cultura clásica viene a ser el conjunto de conocimientos relacionados con la civilización griega y romana con una aleación de mitología, filosofía, historia o arte. La cultura clásica nos ayuda a entender frases cargadas de connotaciones y sabidurías como: Complejo de Edipo o complejo de Electra, aguanta estoicamente, la pitonisa adivina el futuro, tiene su talón de Aquiles, va a arder Troya, eres un narcisista, se abrió la caja de Pandora, sobre ti pende la espada de Damocles, este bombón es la ambrosia de los dioses, el cancerbero Jan Oblak.

En este tema el péndulo sí que ha girado, del todo a la nada, en poco más de cincuenta años. Allá por los años setenta, los que estudiaban en colegios de frailes y monjas o seminarios, a sus diecisiete años, ya traducían los textos de latín y griego sin dificultades y ahora estas materias están a punto de pasar al olvido total. Las llamadas materias clásicas de la Lomce en ESO y Bachillerato (Cultura Clásica, Latín de 4º y Latín y Griego en Bachillerato) corren el grave riesgo de desaparecer de un modo muy sibilino. No van a ser suprimidas, porque ese victimismo levantaría el grito al cielo, pero quedarán diluidas en el marasmo de las asignaturas optativas y las condiciones del número mínimo de alumnos. El nuevo Bachillerato General aplastará al de Humanidades hasta hacerlo residual. Se escudarán en el estigma de «no tener salidas» y en que «hay que educar para el empleo» y olvidándose de que las humanidades también forman a la persona. Podríamos fijarnos un poco en los países cercanos. En Italia, en el Liceo de Ciencias Experimentales, los estudiantes cursan cinco años de latín; en Francia, Portugal y Grecia han reintroducido el latín y el griego en sus planes educativos. Nosotros vamos exactamente en la dirección opuesta. Para los humanistas todo esto es una provocación. La plataforma Escuela con Clásicos convocó una concentración de protesta por esta legislación el sábado, 6 de noviembre, en la calle Alcalá 34 de Madrid. Firmaban la convocatoria las principales sociedades de estudios humanísticos de España; entre ellas, la Sociedad Española de Estudios Clásicos. Los profesores de Cultura Clásica se concentraron frente al Ministerio de Pilar Alegría bajo el lema ‘Latín y Griego son Humanidades’ porque las propuestas de currículo del Ministerio de Educación ‘desprecian’ sus contenidos y no les asigna el suficiente número de horas lectivas. Por su parte, la Sociedad Española de Estudios Clásicos y la plataforma Escuela con Clásicos cree «absolutamente» negativo el currículo propuesto por Educación para estas materias y, de no corregirse, advierten de la desaparición de las enseñanzas clásicas en el sistema educativo en «muy pocos años». En las pancartas se podía leer ‘Sin latín ni griego, el futuro da miedo’, ‘España renuncia a sus raíces’, ‘En España no me dejan aprender latín’ o ‘Humanidades sin griego... ¿estás de coña?’. Con esta concentración, «se pretende poner freno a un proyecto que amenaza con reducir aún más la presencia en el sistema educativo de materias que se encuentran en claro riesgo de extinción, como la Cultura Clásica o el griego», y consideran que es el «enésimo golpe contra las Humanidades», que no afecta sólo al profesorado de Latín y Griego, sino también al de la Universidad y a cualquier otro ámbito relacionado con las Humanidades. Por ello piden a Educación los siguientes cambios concretos: «la Cultura Clásica al menos en un curso entre 1º y 3º de ESO; el Latín obligatorio en 4º de ESO, y el Griego debe ser materia obligatoria en el Bachillerato de Humanidades».

Este verano descubrí una actividad que puede llegar a ser el aliciente para que los jóvenes vuelvan a interesarse por el latín y el griego. Toda la costa mediterránea se ha llenado de estudios de ‘tattoo’. Tengo un vecino tatuador que en breve tiempo se ha convertido en el negocio más solicitado, con colas desde la apertura al cierre. Hablo mucho con él. Un día grababa en el hombro de una muchacha de bachillerato unos pajaritos en pleno vuelo y una frase en latín: ‘alis volat propriis’. Le pregunté a la niña si sabía lo que significaba esa frase que iba a llevar para siempre en su cuerpo. Su respuesta fue rotunda: «No sé nada de latín, pero es un ansia de libertad y el deseo de volar y dominar un mundo rendido a mis pies». El tatuador me asegura que tiene más de mil frases en latín o griego, que esto está de moda y que jóvenes de toda Europa vienen buscando esas frases para tatuar. Ante la crónica de la muerte anunciada de las lenguas clásicas esto viene a ser un rayo de esperanza. Sería curioso que los tatuajes resucitasen al latín y al griego. No lo creo, pero ya casi nada me sorprende, «cosas más increíbles he visto».
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