Las vidas detrás de los datos: trabajar fuera, regresar jubilado y volver a irse

El saldo migratorio interior de León solo es positivo en la franja de edad de 55 a 75 años

D.L. Mirantes
03/02/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Dos jóvenes portan sus maletas por la avenida Ordoño II en una imagen de archivo. | MAURICIO PEÑA
Dos jóvenes portan sus maletas por la avenida Ordoño II en una imagen de archivo. | MAURICIO PEÑA
La sangría demográfica se hace presente con esas historias de los leoneses que tuvieron que emigrar a Madrid, Asturias, Valladolid, Barcelona o La Coruña, donde hicieron sus vidas, con sus trabajos, con sus hogares, en los que probablemente crecieron los hijos, que continuaron allí su camino, en Madrid, Asturias, Valladolid, Barcelona o La Coruña, cuando los padres se jubilaron y decidieron regresar a sus raíces en la provincia leonesa para disfrutar durante años del merecido descanso hasta que los achaques propios de una edad avanzada les hicieran regresar en busca de ayuda familiar.

Por concretar, en un ejercicio que no requiere demasiada imaginación se pueden utilizar nombres ficticios como Alfonso y Camino, una pareja de Boñar, que se fue a trabajar a Madrid, donde residieron durante décadas hasta que al jubilarse regresaron de nuevo a la montaña leonesa. Ya mayores, la falta de servicios y la necesidad de algunos cuidados les habrían hecho regresar a Madrid, donde viven sus hijos, que conocen Boñar de las vacaciones de verano.

La anterior historia o hipótesis no está definida en los minuciosos estudios del Instituto Nacional de Estadística (INE), pero no resulta extraña a los leoneses y se puede al menos intuir entre los números de Migraciones Interiores, el informe semestral elaboradoa partir de las variaciones residenciales registradas en la base de datos del Padrón Municipal con las variaciones residenciales, sin distinguir los motivos de los cambios.

Madrid, Asturias, Barcelona, Valladolid y La Coruña son las provincias con más lazos migratorios con LeónDe este modo, la estadística refiere que en lo referente al primer semestre del pasado año, el último dato disponible, por edades, la clave de la hipótesis inicial, la pérdida abarca de los 15 a los 54 años (-708), aunque también son negativas las cifras de los 75 en adelante (-88). En la franja de los 55 a los 70 el saldo es positivo (108). Con estas cifras delante, no es descabellado pensar que una parte de los leoneses, como los de la hipótesis inicial, se van de la provincia en edad de trabajar (15-54), a la que vuelven para pasar la jubilación (55-75). No obstante, conforme avanzan los años (más de 75), abandonarían la provincia para buscar más facilidades en otros territorios, probablemente aquellos de los que procedían cuando volvieron a León y en los que habrían hecho sus vidas.

El fenómeno anterior también tiene su incidencia en la pirámide poblacional. Si bien es cierto que puede afectar menos que otros fenómenos como la baja tasa de natalidad o el aumento de la esperanza de vida, el saldo negativo de la emigración interior en la franja de 15 a 55 años contribuye al envejecimiento, ligeramente suavizado por el saldo también negativo de los 75 en adelante.

Por provincias

En cuanto a las provincias que más lazos mantienen con la población leonesa, como destino y como origen, siguen siendo Madrid, a donde fueron 630 personas procedentes de León 304 realizaron el camino inverso (-326), Asturias (311/26, -46), Valladolid (163/109, -54), Barcelona (146/137, -9) y La Coruña (116/76, -40).

En los últimos diez años, la emigración a las provincias anteriores ha reducido la población de León en 6.585 habitantes y solo Barcelona (114) ha visto marchar a emigrantes con destino León de los que llegaron a sus municipios desdetierras leonesas. Las otras provincias han sido más destino que origen con Madrid en primer término (-4.506), seguida de Asturias (-948), La Coruña (-812) y Valladolid (-433).

El saldo migratorio de León fue positivo en su relación con Zamora (36), Bizkaia (21), Almería (10), Ciudad Real (9), Toledo (9), Huesca (6), Córdoba (5),Ávila (4), Jaén (4), Badajoz (2), Cuenca (2), Teruel (2), Cáceres (1), Santa Cruz de Tenerife (1), Soria (1).

En cero se quedo la relación con Cádiz, Castellón, Tarragona y Ceuta.

Y el saldo migratorio resultó negativo en las otras 31 provincias.

En esta situación, abriendo la mirada, la pérdida poblacional de la provincia mantiene su ritmo y cada actualización de las estadísticas es un golpe al futuro de León, un territorio que, a la vista de los análisis demográficos, ofrece menos argumentos para llegar o quedarse que para irse, aunque no sea muy lejos, aunque no se abandonen las fronteras nacionales.

Así, los movimientos migratorios hacia otras provincias rebajaron el padrón provincial en 666 habitantes durante el primer semestre del pasado año: de otras provincias llegaron 2.050, pero se fueron 2.716.
Archivado en
Lo más leído