Las trincheras de Llombera

Una ruta corta que visita algunos vestigios de la guerra civil que permanecen escondidos en el bosque

Vicente García
24/01/2020
 Actualizado a 24/01/2020
En la cumbre de la Peña del Castro. | VICENTE GARCÍA
En la cumbre de la Peña del Castro. | VICENTE GARCÍA
En los valles leoneses de la cuenca del Bernesga hay restos de la guerra civil en forma de trincheras. En Villamanín, bajo Peña Laza hay trincheras, aunque son conocidas las más trabajadas, con cemento en puntos importantes de la cumbre del Fontañán. Las que hay en esta ruta son más modestas y si no se buscan casi no se pueden ver. Algunas zanjas y algún pozo se encuentran a lo largo de la cumbre del monte formando un pequeño laberinto.

La ruta es circular aunque, teniendo la logística adecuada, podría acabar en Puente de Alba o Buen Suceso. Se trata de una ruta sencilla con dos modestas cimas y buenas vistas que se puede hacer en una tarde tranquilamente.

La ruta

El inicio de la ruta se realiza en la localidad de Llombera, donde se entra por la carretera de Huergas de Gordón, y al llegar al final, en una calle perpendicular se toma la dirección sur, es decir se sigue por la derecha hasta encontrar una pequeña ermita que se deja a la izquierda para seguir por el camino que va en dirección suroeste hacia una pequeña cresta desde donde se gira a la izquierda por debajo del monte de las antenas, siguiendo hasta llegar a una collada entre el Alto de la Peña, que es el nombre que recibe el pico de las antenas y la Peña Castro, que queda a la derecha y que es a la que se sube. Tiene una vista muy interesante de las montañas, destacando el Cueto de San Mateo en primer término, mientras que más al fondo se ven otras cumbres como el Fontañán o la Muezca, o más al norte el Polvoreda, Valdorria y la Peña Galicia, el Espigüete, el Curavacas, para finalizar con el Pico Peñacorada al Este. Al sur se ve la parte que baja hacia León, pudiendo divisarse perfectamente los cauces del Bernesga y a la izquierda del Torío, y sobre todo cuando la niebla avanza que se ve como sube a lo largo de los valles. Se ven algunas de las localidades y si en la Robla funcionara la central térmica se vería el humo o el vapor. Al fondo el Teleno.

Bajando de este pico hacia el oeste se llega a un camino y se sigue en dirección sur, aunque poco después en una bifurcación se toma el camino de la derecha que va hacia el suroeste subiendo entre un bosque de jóvenes robles a lo largo de un camino del que salen varios desvíos a la izquierda. Hay que seguir siempre subiendo y tomar los caminos de la derecha. Al final se alcanza casi la parte más elevada del camino y allí se puede dar una vuelta por el alto hacia el Este, aunque ahí no se encuentran aún las trincheras.
Tras dar esa vuelta se regresa por el mismo camino para seguirlo en dicrección oeste por la parte más elevada de la larga cumbre. El camino está invadido por brotes de robles y maleza, pero se ve bien. Al cabo de un pequeño tramo se ven las excavaciones de las trincheras, solamente unas amplias zanjas en el bosque y de ellos parten surcos más pequeños que se distibuyen como una red en todas direcciones. Es lo que queda de las trincheras y se puede andar un rato por ellas para verlas, pero luego hay que regresar al camino y seguir en la misma dirección y con el mismo trazo, casi perdido, pero que se nota bien.

Finalmente se sale a otro camino más amplio y limpio de maleza, que hacia la izquierda baja hacia Puente de Alba y a la derecha a Llombera. Se sigue este última dirección bordeando el monte por el que se ha venido haste llegar al valle donde hay un abrevadero. Hay que volver a tomar el camino pero para subir al Alto de la Peña, donde se encuentran las antenas y donde hay una vista excelente hacia Llombera así como a las cumbres del norte que esta peña tapaba anteriormente: Peña Ubiña, el Cirbanal, el Fontún, el Meloita, las Tres Marías, las cumbres de Vegarada y Pajares, todas las montañas conocidas de esta zona. Al fondo, al sur se ve la larga silueta del Teleno.

Para bajar se puede ir por el mismo camino o volver por el hayedo, aunque es una senda más empinada y sin camino marcado, que baja directamente al de subida y de ahí a Llombera, donde se puede dar por finalizada la ruta.
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