Las tormentas acechan León esta semana

Una depresión aislada en niveles altos complicará el tiempo con fuertes tormentas

L.N.C.
22/05/2018
 Actualizado a 16/09/2019
Imagen de archivo de una tormenta en León. | ICAL
Imagen de archivo de una tormenta en León. | ICAL
Estamos en primavera y esta estación es una época de mucha inestabilidad meteorológica, no solo en España sino en muchas otras zonas. De sobra son conocidos los impresionantes tornados que se forman en el Callejón de los Tornados en Estado Unidos, como resultado de la colisión de las masas de aire cálido y húmedo procedente del Golfo de México y las masas de aire más frío y seco de origen canadiense.

La primavera implica el progresivo ascenso de los termómetros, pero también cambios bruscos de tiempo, como las tormentas que se produjeron este lunes y que irán a más a medida que avance la semana.

Una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA)complicará la situación especialmente desde el jueves. Como su nombre indica, una DANA es una depresión o borrasca aislada en capas más altas de la atmósfera. Esto ocurre cuando la corriente en chorro polar que se mueve de oeste a este sufre ondulaciones y curvaturas que aíslan una parte de esta circulación como si fuera una bolsita fuera de la propia circulación de la atmósfera.

Esta bolsa aislada es más fría que el aire que le rodea y al llegar a nuestro país donde en superficie y altura se encuentra con temperaturas más cálidas.

Cuando esto sucede, se crea una gran diferencia de temperaturas en las diferentes capas atmosféricas lo cual crea un perfil muy inestable en la atmósfera en el cual las masas de aire ascienden con gran facilidad, se saturan de vapor de agua rápidamente y dan lugar a fuertes tormentas.

Tormentas fuertes especialmente desde el jueves


Aunque tanto este martes como el miércoles habrá tormentas, la situación de la DANA en el suroeste peninsular el jueves hará que las tormentas sean más importantes desde ese día. Afectarán a la mitad oeste peninsular y se esperan fuertes en toda esa zona, pero especialmente en Extremadura, oeste de Andalucía, oeste de Castilla y León, interior de Galicia y Cordillera Cantábrica. Todo ello acompañado de descenso térmico.

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