La mayor concentración está en la capital leonesa, donde a su vez, como se puede ver en el gráfico que acompaña esta información, también están bastante agrupados en determinadas zonas. Tal y como se recoge en la información facilitada desde la Junta, en León ciudad hay abiertos actualmente ocho salones de juego, todos con zonas o córners de apuestas; tres casas de apuestas, y dos bingos y un casino también con córners de apuestas. Además, está aprobada la instalación de un nuevo salón de juego en el Centro Comercial León Plaza y hay otras tres solicitudes en trámite para la capital.
Ponferrada, por su parte, cuenta con cuatro salones de juego (con espacio para las apuestas) y otro en trámite, una casa de apuestas y un bingo con córner de apuestas. El resto de los locales de juego que hay en la provincia se ubican en Astorga y La Bañeza, y entre los que están pendientes de resolución para instalarse hay uno previsto para Bembibre. De los 21 establecimientos operativos en todo el territorio provincial, al menos nueve abrieron de 2016 en adelante, o lo que es lo mismo, en apenas cuatro años han abierto cerca de la mitad del total.
«El mayor problema está en el paralelismo que hay entre la apertura de locales de juego y el incremento de las ludopatías con un descenso destacado en la edad de inicio. Según la Federación Castellano y Leonesa de Jugadores de Azar Rehablitados (Fecyljar), en la comunidad los salones de juego han crecido un 36% en los dos últimos años, al tiempo que los casos patológicos de ludopatía, incluidos los de jóvenes, se han incrementado un 15% y el juego on line se ha multiplicado por tres.
De acuerdo a los datos que maneja esta federación y que toma como fuente también a la administración autonómica, en Castilla y León hay 140 establecimientos de juego autorizados, 38 en Valladolid, 23 en Salamanca, 22 en Burgos, los 21 de León y los que se reparten entre las restantes provincias de la comunidad.
A juicio de este colectivo la normativa deja mucho espacio al juego pues aunque la norma obliga a guardar una distancia de 300 metros entre establecimientos, no distingue entre categorías, por lo que en esta distancia podría haber una salón de juegos, un casa de apuesta y un bingo, y otros tantos establecimientos en los 300 metros siguientes.
Una regulación «laxa» y una publicidad que, como apuntan desde la Asociación Leonesa de Ayuda al Ludópata, "está fomentando que los que están enfermos sigan más enfermos y, los que no lo están, caigan". De hecho fue una de las conclusiones a las que llegaban recientemente las entidades que conforman la Fecyljar en el congreso celebrado en Palencia y que se centró especialmente en los jóvenes y la ludopatía, "porque se ha visto que el perfil ha bajado tanto que realmente es preocupante", apunta la psicóloga de la asociación leonesa.
Sobre la problemática de los jóvenes y el juego también hablaba en una entrevista con este periódico el oficial al mando del Grupo de Menores de la Policía Local (Paidós), Santiago Llamazares, que señaló que las casas de apuestas son una de las principales preocupaciones del grupo pues son conscientes de esa proliferación y de que "los menores están apostando, muchas veces a través de un mayor de edad". Por ello, las inspecciones sorpresa a estos locales se han incrementado en la agenda del Paidós.
