Después de que el miércoles, el Ministerio de Sanidad propusiese a los universitarios no regresar a sus casas en Semana Santa, en las residencias de estudiantes de León se tuvo este jueves como "tema de conversación principal" el posible 'confinamiento' para evitar propagar una cuarta ola. Finalmente, la Comisión de Salud Pública, en la que se encuentran representadas todas las comunidades junto a Sanidad, no recoge la recomendación de que los estudiantes universitarios no vuelvan a su lugar de origen que figuraba en el borrador, aunque sí pide "evitar los viajes no necesarios".
Aunque tres cuartas partes de los universitarios de otros lugares de España que estudian en León viven en pisos compartidos, el principal conflicto de esta posible medida surge en las residencias dado que muchas "dudan si abrir o no" durante el 26 de marzo y el 5 de abril. "La mayoría de residencias tienen previsto cerrar esos días no lectivos, por lo que para ellos serían un problema logístico y de personal. Para otras, que no cierran en Semana Santa, no sería un problema", comenta Adrián Álvarez, presidente de la Asociación de Residencias Universitarias de León (Reule).
Finalmente, la Comisión de Salud Pública no recogerá la recomendación de no desplazarse del borrador Según explican desde Reule, este jueves se pusieron en contacto con la Junta para conocer de primera mano cómo está la situación y saber a qué atenerse. "Estamos a la espera de que la decisión que se tome sea en firme y que sea recogida en un documento oficial. A partir de ahí, nosotros prestaremos la máxima colaboración, como hasta ahora, con las autoridades sanitarias y educativas. Nuestra predisposición es ayudar pero los universitarios son mayores de edad y no podemos imponer que se queden", plantean.
Los estudiantes de las residencias son en gran medida de provincias de Castilla y León, por lo que no estarían afectados por los cierres perimetrales. Sin embargo, tal y como exponen desde Reule, hay un "volumen importante" de universitarios de Asturias, Madrid, Cantabria o País Vasco que sí que podrían verse condicionados a no viajar y, por tanto, obligar a que las residencias tuvieran que abrir y prestar unos servicios que no tenían programados. "En La Asunción, por ejemplo, hay más residentes de Asturias que de Castilla y León", valora el presidente de Reule.
¿Y qué pasa con los pisos?
Según Adrián Álvarez, la petición de no viajar sería imposible de llevar a efecto en los pisos de estudiantes ya que no existe "una figura jerárquicamente superior" para el control. "En las residencias ayudamos en la vigilancia y en el cumplimiento de las normas. Sucede como en los cribados que ha hecho Atención Primaria, en las residencias están controlados pero en los pisos no tanto", valora sobre estos otros universitarios desplazados a estudiar en León.
"La mayoría" de residencias tienen previsto cerrar, por lo que esta norma obligaría a que cambiaran sus planes En las residencias de estudiantes de la capital leonesa se alojan actualmente unos 1.200 estudiantes. Sin embargo, muchos de ellos no se verían afectados por esta posible medida dado que son de otros puntos de Castilla y León. Además, como recuerdan desde Reule, son minoría ya que en torno a un 75 por ciento de los universitarios desplazados escogen residir en pisos compartidos. "Es complicado, porque algunos ya hablaban de marchar el 23 en vez del 25. Hecha la ley, hecha la trampa y no sabemos hasta qué punto puede pasar del nivel de recomendación, ya que se estaría negando el ir a su domicilio habitual, en el que están empadronados", concluye Adrián Álvarez.