Las residencias de mayores de León cumplen un mes sin muertes por Covid-19

Las residencias de mayores han sido los lugares que más han sufrido los efectos de la pandemia. El Covid-19 se propagó por ellas llevándose por delante la vida de miles de personas en todo el país. El drama afectó también a gran parte de los centros residenciales de la provincia de León, donde en la actualidad residen 6.725 personas según los datos oficiales de la Junta y se han contagiado 2.366 usuarios.

Eran las personas más vulnerables frente al virus y, por ello, fueron las primeras en recibir las vacunas contra el Covid-19. Fue el 30 de diciembre de 2020 en la provincia, una vacunación testimonial que dio paso a la inmunidad y, con ella, a la esperanza. Hasta ese día, habían fallecidos en las residencias de mayores, centros de personas con discapacidad y viviendas tuteladas de la provincia un total de 659 usuarios, de los que 469 tenían Covid-19 confirmado y otros 190 murieron con síntomas compatibles pero sin una prueba diagnóstica que confirmara la infección, algo que sucedió principalmente en la primera ola.

Residentes y trabajadores de estos centros fueron los primeros en vacunarse contra el coronavirus. El proceso culminó entre finales del mes de enero y principios de febrero. Según los datos de Sanidad, se han administrado 12.430 dosis a usuarios de residencias de mayores en la provincia y se ha completado el ciclo de vacunación con 6.078.

A pesar de que la campaña de vacunación en estos centros comenzó justo antes de despedir el 2020, la tercera ola también afectó a algunos centros. Desde comienzos de este año han muerto 62 personas más en estos centros, según cifras oficiales, ninguna de ellas en el último mes. Fue el pasado 22 de marzo cuando se registró el último fallecimiento hasta la fecha por Covid-19 en una residencia de mayores de la provincia de León. Por lo tanto, asciende a 721 el número total de muertes en estos centros desde el 14 de marzo de 2020, fecha en la que comenzó el estado de alarma. De ellos, 531 tenían un infección por coronavirus confirmada, a los que se suman los 190 usuarios con síntomas que fallecieron sin haber sido sometidos a una prueba. En esta estadística se contabilizan todas las víctimas cuyo domicilio estaba en uno de estos centros, indiferentemente de si murieron en la propia residencia o en un hospital.

La llegada de la vacuna ha permitido relajar algunas de las estrictas medidas que tomaron en estos centros para blindarse frente al Covid-19, aunque las residencias de mayores no han bajado la guardia para evitar posibles brotes.

En la actualidad, según los datos de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta, hay cinco personas en aislamiento preventivo pero sin síntomas de coronavirus en estos centros, mientras que ningún usuario en cuarentena tiene síntomas.

La inmunidad lograda con la vacuna ha devuelto la tranquilidad a mayores y cuidadores de estos centros que a día de hoy siguen cumpliendo con estrictos protocolos de seguridad.