Entre el 30% y el 50% de las reservas se gestionan a través de terceros en una provincia que el año pasado registró 1,3 millones de pernoctaciones, según los datos oficiales de la Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE). De acuerdo con este informe, el precio medio de la habitación en León es de 82,3 euros.
Las plataformas cobran una comisión al establecimiento que suele estar entre el 14 y el 25%, aunque puede llegar al 30%, en función de lo contratado por el establecimiento, que es más o menos visible en función de la comisión que pague. En base a estas cifras se estima que la facturación de las plataformas en León sobrepasa los seis millones de euros de un sector que movió el pasado ejercicio más de 105 millones de euros y del que se espera que vaya a más como uno de los motores económicos de la provincia.
Las cifras se calculan a la baja, ya que las plataformas no ofrecen los datos de reservas que gestionan ni lo que facturan por ello. Además, las más populares mantienen una matriz que contrata los servicios de terceras empresas que también controla en cada país, según explican las fuentes consultadas.
Guerra en la web
La situación es común en todo el país con una doble vertiente. La actividad de las plataformas de Internet facilita la llegada de viajeros, pero a costa de poner precios más baratos y de las comisiones. «Pero si no haces esto tampoco vendes habitaciones», reconocen entre los hoteleros consultados.
La «guerra» existe y los grandes grupos ya están tomando posiciones. El objetivo pasa por lograr que los clientes contraten a través de las páginas webs de los propios hoteles para controlar el proceso y ahorrar las comisiones. Actualmente «los hoteles rebajan la comisión cuando tienen vendidas las habitaciones que les interesa», que suele ser con el 70 o el 80% de la ocupación. Sin embargo, aspiran a reducir gradualmente la ‘dependencia’ de los portales en las ventas a través de estrategias de posicionamiento en la web y de información a los potenciales huéspedes.
Atenciones extra
En cuanto a los precios, independientemente de las campañas y paquetes específicos de los hoteles, de cara a las ventas «individuales» se mantienen en todos los canales de venta. Pero pese a no poder rebajar los precios para atraer clientes, los hoteles pueden prodigar otro tipo de atenciones a quienes reservan directamente en el hotel. Son pequeños gestos «elegantes», que no se suelen ver en la reserva y que se comunican a la llegada, tales como el desayuno o simplemente unas «flores frescas en la habitación». «Es el trabajo que tenemos que realizar, tratar de vender más que el otro», reconocen, aunque siempre dentro de los límites razonables de la competencia.
Por último, en lo referente a las tarifas, las fuentes consultadas insisten también en que tanto los clientes que reservan a través de operadoras como las que lo hacen directamente con los hoteles o con agencias se mueven de antemano en un rango de precios, en función de la calidad y las estrellas o categorías del establecimiento. Por ello también existen diferencias en cuanto a la «dependencia» que los establecimientos pueden tener de las plataformas on line.
Por otra parte, los hoteleros destacan que en lo referente a los viajes organizados de grupos, congresos, etcétera, no es habitual que las reservas se hagan a través de las plataformas on line, sino que siguen siendo gestionadas de forma mayoritaria a través de agencias de viajes y operadores turísticos.