Las obras del Conservatorio en el Ifycel empezarán en 3 meses

La concejala de Urbanismo, Ana Franco, defiende las oportunidades del edificio para cubrir las necesidades del centro y cree que hay "mucha desinformación"

D.L. Mirantes
11/04/2016
 Actualizado a 16/09/2019
El edificio del Ifycel, anexo al estadio Reino de León, al que se trasladará el Conservatorio del Música. | DANIEL MARTÍN
El edificio del Ifycel, anexo al estadio Reino de León, al que se trasladará el Conservatorio del Música. | DANIEL MARTÍN
Unos y otros se acusan mutuamente de falta de información en la polémica por el anuncio del traslado del Conservatorio de Música de su sede actual en Santa Nonia a la sede del Ifycel, en el edificio anexo al estadio de fútbol Reino de León.

Los profesores protestan porque no se les consultó antes del anuncio y desde el ayuntamiento consideran que las críticas que se ha levantado se deben al desconocimiento de las «posibilidades» que ofrece el inmueble de la avenida Sáenz de Miera.

La concejala de Urbanismo y Medio Ambiente del Consistorio leonés, Ana Franco, afirma que no entiende «cómo se ha levantado esta polvareda cuando todos salimos ganamos». La edil argumenta que el Ifycel se deteriora día a día y que en la sede actual del Conservatorio no se dan las condiciones «habitacionales» necesarias para los alumnos del centro dependiente de la Consejería del Educación de la Junta. Por ello, considera que con el traslado elConservatorio estará en un lugar mejor, mientras que la ciudad dejará de pagar el mantenimiento de un edificio que está en desuso.

El edificio del Ifycel cuenta con dos plantas diáfanas de1.650 metros cuadrados, un salón de actos y cafeteríaSin embargo, la profesora de piano y repertorista del Conservatorio, Elisa Rapado Jambrina, considera, en una carta remitida a los medios, que «el hecho de que se ignore y se dé la espalda al equipo que trabaja en el Conservatorio ante el hecho de este traslado redunda en mi impresión de chapuza, improvisación y deseos de ahorrar el dinero para construir un centro digno».

No obstante, Ana Franco asegura no albergar duda alguna de la idoneidad del proyecto y expone que también existe una «parte silenciosa que aplaude estos planes». La otra parte, la ‘ruidosa’, sobrepasó ayer las 5.000 firmas de apoyo a la iniciativa ‘Por un edificio digno para el Conservatorio de León. No al traslado al estadio de fútbol’ habilitada el sábado pasado en Change.org

Contra esas críticas, la edil enumera las posibilidades de la nueva ubicación que cuenta con dos plantas diáfanas de 1.650 metros cuadrados cada una en las que se pueden llevar a cabo las actuaciones más oportunas para las necesidades de las enseñanzas musicales. El edificio cuenta también con un salón de actos con capacidad para unas 160 personas con todo el equipamiento y en el que prácticamente no sería necesario intervenir. La cafetería también se pondrá en servicio y el aparcamiento quedará a plena disposición de los usuarios del centro. Precisamente, Franco incide en la mejora que representa la nueva ubicación para el tráfico, puesto que, según explica, el emplazamiento actual no cuenta con espacio suficiente para que los padres de los alumnos aparquen y compromete en ocasiones la seguridad tanto de los usuarios como del resto de peatones y conductores. Recuerda también los trastornos que la falta de aparcamiento ocasiona para quienes portan instrumentos de mayor tamaño.

En la misma línea opina el teniente de alcalde, Fernando Salguero, que avanza que en su día se habilitará una línea de autobús o se reordenará alguna de las existentes para cubrir las necesidades de transporte público del centro.

En cuanto a los plazos para el inicio de las obras de adecuación del enclave, Ana Franco defiende que el proyecto cuenta con todos los informes necesarios y que los trámites necesarios podrían estar resueltos en tres meses, mientras que la duración de los trabajos será de aproximadamente dos años.

Pese a ello,Rapado Jambrina insiste en reclamar «un centro que ya estaba presupuestado para empezar a construirse antes de 2010 y para el que se destinó una parcela hoy abandonada, en el que las malas yerbas alcanzan ya el metro de altura».
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