Las obras de nunca acabar

Obras son amores y algunas de las que se están ejecutando en la provincia de León parecen las de nunca acabar. Este periódico analiza hoy el estado de dos de los principales proyectos ferroviarios que acumulan años de retrasos y plazos incumplidos. Empezando por el soterramiento del AVE a su paso por la ciudad de León, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) anuncia que la obra civil no estará terminada hasta el último trimestre del año. El último plazo oficial era el de esta primavera, pero los efectos de la pandemia de coronavirus han obligado a redefinir el calendario. A ello se suma que no hay una fecha exacta para su puesta en servicio, puesto que no se sabe con exactitud cuánto durarán las pruebas de circulación y seguridad, aunque se estima que serán varios meses. En todo caso, la supresión del fondo de saco en el que se configura la estación de trenes está cada vez más cerca después de años de demora. Primero fue un proyecto demasiado ambicioso para ser acometido en época de crisis, ya que su financiación se basaba en la venta de suelo liberado con el soterramiento. Después llegaron los inevitables recortes para cuadrar las cuentas públicas y la necesidad de abordar un diseño más modesto. Y cuando por fin comenzaron las obras, se anunció su conclusión a finales de 2018, por lo que parece que acumulará una demora de unos dos años. Pero más retrasos y problemas aún acumula la Variante de Pajares, que tenía su horizonte en año 2021 pero que ahora va a ver redefinidos sus plazos por el coronavirus.

Son solo dos de las obras de nunca acabar en nuestra tierra, pero también podríamos referirnos a la integración de Feve, que sigue sin tener una fecha para su puesta en servicio, o la autovía que algún día, esperemos, enlazará al fin León con Valladolid.