Secundino Llorente

Las notas de corte en Castilla y León

17/11/2022
 Actualizado a 17/11/2022
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Los alumnos de secundaria, especialmente los de bachillerato, a medida que van acercándose a la universidad deben ir familiarizándose con esta definición. ‘La nota de corte’ para un grado o una carrera determinada es la nota de acceso más baja de entre todos los estudiantes admitidos a ese grado en esa facultad. Las universidades, en función del número de plazas, aceptan el número de candidatos que les es posible en cada grado que ofrecen, comenzando por los estudiantes que tienen las notas de acceso más altas. El alumno que se queda con la última plaza establece la nota de corte para esa universidad y esa carrera.

Cuatro ideas deben quedar muy claras sobre las notas de corte. ‘Primera’: La nota de acceso a una determinada carrera y universidad no tiene nada que ver con la dificultad de esa carrera. Sólo depende del número de plazas que la universidad tiene y el número de estudiantes que la solicitan. Tanto es así que en muchos grados la universidad no recibe suficientes solicitudes para cubrir todas las plazas que ofrece y será suficiente para entrar con un 5, la nota mínima para superar la selectividad. ‘Segunda’: Las notas de corte existen sólo para las universidades públicas y no en las privadas; y eso es porque las universidades públicas admiten sus estudiantes por estricto orden según sus notas de acceso. Es necesario saber que determinadas universidades para algunas de sus titulaciones, como podría ser Bellas Artes o Ciencias de la Actividad Física, hacen exámenes específicos. Las universidades privadas pueden tener en cuenta otros criterios adicionales, más allá de la nota de acceso. Podría ocurrir que una universidad privada admita a un estudiante que tenga una nota de acceso de 5 y rechace otro que tenga un 8. ‘Tercera’: Las notas de corte cambian cada año, aunque no era lo normal. Antes de la pandemia lo habitual era que oscilasen unas décimas hacia arriba o hacia abajo. En los tres últimos cursos ha sido una locura, debido, principalmente, a los aprobados generales y a las consecuentes subidas de notas. ‘Cuarta’: Las notas de corte son sólo orientativas porque las del último curso sólo te sirven de referencia. De un año a otro puede haber importantes sorpresas. A la hora de realizar la preinscripción, se debería poner la carrera que más interesa en primer lugar y las demás en orden decreciente según el interés del aspirante.

Vamos a centrarnos en las notas de corte del último curso en nuestra comunidad, marcadas por el subidón descontrolado de notas de selectividad debido a la facilidad de las pruebas y a la tendencia al alza en las calificaciones. Treinta grados o dobles grados que ofertan las universidades públicas de Castilla y León exigen a sus estudiantes tener una calificación media superior al ‘doce’ para acceder a sus estudios el próximo curso. Son las notas de corte más altas en la historia para entrar en la Universidad. A raíz de la pandemia del Covid se baja la dificultad de los exámenes a extremos increíbles y se permite a los alumnos más flexibilidad a la hora de responder a las preguntas de los exámenes. Esto va unido al mantra del ‘buenismo’ impulsado por el gobierno en la Lomloe y trae como consecuencia un fuerte y no siempre controlado incremento de las notas. Cito las palabras de Arturo Pérez Reverte: «La Selectividad ya no selecciona una puñetera mierda. Cosa lógica si consideramos que la idea repetida de nuestra chusma gobernante era y sigue siendo que nadie se quede atrás. Que todos los chicos, dicen, tengan las mismas oportunidades. ¿Quién puede oponerse a eso? Pero en vez de estimular al alumno que lo merece para que se mida con los mejores, dándole todas las oportunidades, lo que incentivan esos imbéciles es la indiferencia y el mínimo esfuerzo, penalizando a los que de verdad estudian y luchan por conseguir la excelencia; reventando a los mejores y premiando a los vagos y los mediocres. Y como, además, los criterios cambian según cada autonomía y no existe un patrón común, sino diecisiete que se hacen la competencia, cada vez es más complicado seleccionar a los buenos alumnos para los estudios más duros y competitivos, y muchos jóvenes brillantes se quedan fuera, asfixiados por el desmadre común. Con lo que el mérito del esfuerzo unido a la inteligencia, único ascensor social que permite a los chicos alcanzar con justicia lugares de excelencia, desaparece en favor de quienes poseen medios económicos para estudiar en el extranjero o en universidades privadas».

Treinta carreras de Castilla y León exigen una nota superior al ‘doce’ para obtener plaza, nueve más que en 2020, cuando se registraron 21. Entre esas 30, Salamanca acumula 17, Valladolid 10 y León 3. Nueve grados de la comunidad piden más de un ‘13’, cinco en Salamanca: Biotecnología y Farmacia (13.661), Física y Matemáticas (13.640), Medicina (13.255), Biotecnología 13.097) y Traducción, Interpretación y Derecho (13.086). Cuatro en Valladolid: Física y Matemáticas (13.600), Medicina (13.293), Biomédica y Terapias Avanzadas (13.223) y Matemáticas e Ingeniería (13.216). En nuestra provincia de León las carreras más demandadas son: Biotecnología (12.534), Ingeniería Aeroespacial (12.410), Enfermería (León) (12.020), Enfermería (Ponferrada) (11.725), Veterinaria (11.665), Fisioterapia (Ponferrada) (11.471) y Ingeniería de datos e Inteligencia Artificial (11.035).
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