Las nietas de doña Angelita

18/05/2017
 Actualizado a 31/08/2019
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Le encantaría la fotografía a ‘doña Angelita’, la maestra de Villamanín que un día soñó que todas las enciclopedias y libros que los niños arrastraban desde su casa al colegio con una mochila a reventar bien podían meterse en una pequeña maleta e inventó un libro electrónico que patentó y jamás vio funcionando.

Desde Washington rondaron a aquella maestra que daba clases gratuitas en los hospicios y cárceles, querían comprar su patente, pero ella también soñó que pronto se interesarían por el invento en su patria y serían los españoles los primeros niños que no necesitarían cargar con kilos y kilos de libros, que estaría todo metido en su maleta electrónica.

Pero no lo pudo llegar a ver aquella mujer que se fue al mar gallego pero dormía a sus hijas con las canciones leonesas que aprendió en Villamanín.

Murió sin verlo. Y fueron muchas las décadas en las que los chavales pujamos por la Enciclopedia de Álvarez, fueron muchos los vendedores de Planeta y similares que fueron colocando casa por casa enormes enciclopedias en color; muchas de ellas, aún hoy, duermen con el plástico puesto en las estanterías del armario del salón.

Le gustaría ver a estas universitarias que tienen el mundo metido en un ordenador, en un móvil, en los hijos de su viejo invento.

Pero muchos niños siguen, todavía hoy, arrastrando pesadas mochilas.
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