"Las músicas celtas llevan miles de años adaptándose"

Carlos Núñez repite durante este verano en dos de los ‘Lugares Mágicos’ en los que hizo parada su gira del año pasado: el monasterio de Santa María de Sandoval y el Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero, en el que realizará dos pases. Los conciertos están previstos para el 14 y el 17 de agosto, respectivamente, y el músico gallego incide en que ambos enclaves tienen "una magia especial".

Durante este verano está llevando su música a castillos, dólmenes, parques arqueológicos o catedrales, todos ellos ‘Lugares mágicos’. "El MSM nos parece súper novedoso, de hecho hacemos dos sesiones porque se llena muy rápido", explica Núñez, mientras que en Sandoval "el año pasado tuvimos el honor de volver a inaugurar la música dentro del monasterio con el primer concierto después de siglos", recuerda y "fue todo un viaje en el tiempo preciosos".

"León se ha convertido en uno de los lugares más importantes para las músicas celtas", asegura recordando que también su gira de Navidad hace parada tradicionalmente en el Auditorio de la ciudad durante el mes de diciembre. Además, "desde que saqué el primer disco hace 22 años, fue uno de los públicos más apasionados que me ha recibido todo este tiempo", confiesa. Una entrega que va en aumento porque "es un público muy fiel al que siempre traemos cosas nuevas" y "la gente no era consciente de que León pertenece a todo esto que llamamos el mundo celta, y eso ya está despertando".

En esta ocasión, los dos conciertos que protagonizará esta misma semana en la provincia contarán con la arpista Ciara Taaffe y con la cantante irlandesa María Ryan, junto a "muchas más sorpresas", promete. "Constantemente estamos introduciendo novedades", confiesa, una de ellas ha sido tocar por primera vez en un parque arqueológico, "todo un viaje en el tiempo al que las músicas celtas han ido sobreviviendo", un hecho que considera "un lujo que muy pocas músicas te permiten vivir".

La gaita es a la música celta lo que la guitarra al flamenco o la guitarra eléctrica al rock, es el símbolo.Además de músico, Carlos Núñez se ha dedicado durante los últimos años a investigar este género, un trabajo que ha dado como resultado un libro de más de 500 páginas titulado ‘La hermandad de los celtas’ en el que se habla de estas músicas "como un fenómeno de miles de años, que ha sobrevivido reinventándose todos los días, adaptándose a las nuevas modas y a los nuevos tiempos constantemente", por lo que las considera "algo muy potente".

Además, para Núñez la música celta constituye hoy "la mejor plataforma para dar a conocer todas nuestras músicas tradicionales" ya que en los últimos años se está viviendo "una de las mayores revoluciones" de un género que se está poniendo en valor sobre todo en la zona norte de España.

En esa cultura toma un papel fundamental la gaita, el instrumento con el que se identifica a Carlos Núñez. "La gaita es a la música celta lo que la guitarra al flamenco o la guitarra eléctrica al rock, es el símbolo, el instrumento que marca la tendencia", asegura. Además, "está conectada con otros instrumentos de la música celta como el arpa o las flautas" porque "en el fondo todos están interrelacionados, pero la gaita ha sido la heredera de todo lo antiguo y de alguna forma se acabó erigiendo en símbolo de esta cultura desde hace muchos años". Está documentado que el instrumento tiene más de mil años, "pero es muy posible que existiese antes", por lo que "hacer música con él es algo fascinante".

En cuanto a la supervivencia de la música celta a lo largo de los años, Carlos Núñez considera que han servido para influenciar el nacimientos "de las músicas más importantes de occidente ahora mismo", porque "están en la base de géneros contemporáneos como el pop o en rock. Además, pone en valor la cultura atlántica en la que se fraguó el mundo celta, que "creó su propio mundo y su propia estética, más como un sueño, jugando con esos misterios que el propio mar te da". Pero no solo junto al Atlántico habita el mundo celta, "también está en el interior y León ya pertenece a ese mundo más celtíbero".

Lo bonito de la música celta y tradicional es todo lo que se puede aportar a ellas desde otros géneros.En el momento actual, Núñez cree que la música celta vive "toda una revolución" que considera "muy interesante". "Veo que la gente del pop o del rock está ya preparados para recuperar las músicas tradicionales", asegura. El artista gallego ha protagonizado durante su ya larga trayectoria diversas colaboraciones que han servido para dar a conocer su música en públicos que no la conocía, una de ellas a punto de ver la luz. "Hace unos meses me llamó Amaral para pedirme que grabase con ellos una cantina medieval, ‘Ondas do mar de Vigo’ de Martín Códax, una pieza de hace 800 años que abrirá el nuevo disco del grupo que saldrá en septiembre", ejemplifica Núñez para explicar que las músicas celtas viven un momento de expansión.

"Yo creo que estalla en el ambiente, hace unas semanas estuvimos dando conciertos en Madrid y en Barcelona y pudimos ver que la juventud madrileña está ya de vuelta de las marcas, quiere naturaleza y cosas auténticas y cada vez valoran más la tradición", asegura. Por eso se muestra "esperanzado" en que "en España se va a producir un reencuentro y lo celta va a ayudar a que ese interior se revalorice", confiesa.

Además, cree que lo "bonito de la música celta y tradicional es todo lo que se puede aportar a ellas desde otros géneros". Por eso defiende que "la tradición debería ser un vaso del que bebamos todos, hagamos el tipo de música que hagamos". "Tú te vas a Latinoamérica y cualquier artista, desde Shakira o Juanes hasta un director de orquesta sinfónica, siempre va a revalorizar sus raíces", algo que "en España no se ha visto, porque teníamos el complejo de que había que romper con el pasado, aunque yo creo que las nuevas generaciones ya están de vuelta de eso y les veo más preparados para inspirarse en nuestras tradiciones".

Carlos Núñez trata de hacer llegar su música a todo tipo de públicos, haciendo colaboraciones con otros artistas o participando en bandas sonoras, entre otras acciones con las que quiere transmitir el mensaje de un género que, está convencido, seguirá sobreviviendo al paso del tiempo.