Las mil caras del padre de Genarín

El mito de Genarín ha engullido a su creador, Francisco Pérez Herrero, recordado por este pasaje legendario pero olvidando otros muchos aspectos de su biografía, que incluyen su paso por la cárcel de San Marcos

Fulgencio Fernández
12/04/2020
 Actualizado a 12/04/2020
genarin-leon-1242020.jpg
genarin-leon-1242020.jpg
Si tú pronuncias en León el nombre de Francisco Pérez Herrero, y más en estas fechas cercanas a la noche de Jueves Santo, lo más habitual será que alguien añada: «El de Genarín».

Cierto que Paco —con Julio Llamazares que lo convirtió en novela— es uno de los grandes responsables del nacimiento de la leyenda de este singular santo, pero no es menos cierto, e injusto, que la leyenda de Genarín haya llevado a las sombras del olvido otros muchos aspectos de la biografía de este personaje leonés —aunque nacido circunstancialmente en Palencia en 1906— que según va pasando el tiempo es mucho más preso de su biografía genariana.

Sin embargo, y a grandes rasgos, habría que recordar que la biografía Pérez Herrero nos habla de un joven preso en la cárcel de San Marcos a fundador de la Peña Taurina Leonesa, protésico dental, poeta popular, dramaturgo de cierto prestigio, periodista... y un personaje imprescindible en la vida social leonesa.

Su viuda, Josefina Rodríguez, defensora del legado de su marido llevaba muy mal la asociación que se hacía de que Paco, por crear Genarín, fuera un bebedor: «Ni mucho menos, era un hombre de costumbres muy sanas, muy tímido y, sobre todo, muy trabajador. Con 14 años ya se hizo aprendiz de protésico dental, que después sería su profesión principal, su modo de vida».

Recordaba Josefina —que, por cierto, fue la primera en desmentir tajantemente que la foto que circula por las redes como Genarín fuera el pellejero, «ni por asomo»— que Paco ingresó en la cárcel porque «él dejaba dinero a mucha gente, y luego no se atrevía a pedirlo. Resulta que unole pidió dinero y Paco no se lo dio, no lo tenía, y le acusóde ‘andar mitineando por los barrios bajos de León’. Con lo tímido que era!».

Después la poesía le sacó de la cárcel, le escribía poemas a los mandos y compañeros para sus novias y así se ganó el cariño; por eso decía siempre que «yo soy muy de la poesía popular, a fin de cuentas ella fue la que me sacó de la cárcel».

Un personaje este Paco, al que todos recordamos estos días pero debíamos tenerlo en mente más allá de Genarín.
Lo más leído